ENTRESIERRASrd | Un
informe de Ecologistas en Acción alerta de que todos el territorio autonómico
excede los niveles de ozono recomendados por la Organización Mundial de la
Salud
Los 2,5 millones de habitantes de Castilla y
León han respirado aire contaminado por ozono durante la primavera y el verano
de 2016. Un informe sobre la Contaminación por Ozono de Ecologistas en Acción
concluye que la totalidad de la población y del territorio castellano-leonés ha
estado expuesta a unos niveles de este contaminante que exceden lo recomendado
por la Organización Mundial de la Salud.
La coyuntura meteorológica, el cambio climático,
el repunte del tráfico, el fraude en las emisiones de los automóviles y la
apuesta gubernamental por las energías sucias en detrimento de las renovables,
entre las causas de un problema que afecta de manera estructural a la salud de
la ciudadanía, pero también a cultivos y espacios naturales.
El informe de Ecologistas en Acción toma como
referencia el valor recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS)
de acuerdo al cual el aire contaminado por ozono ha afectado en 2016 a la
totalidad de la población y del territorio de Castilla y León.
Si se considera el valor objetivo establecido
por la normativa, más laxo que la recomendación de la OMS, no habría población
que respira aire contaminado por encima del objetivo legal, que por primera vez
en años no se ha incumplido en ninguna estación, en relación al contaminante
ozono.
La superficie expuesta a niveles de ozono que
exceden de los legalmente permitidos para proteger los cultivos agrícolas y los
ecosistemas naturales alcanza 19.000 kilómetros cuadrados, la quinta parte del
territorio castellano y leonés, en la zona sur y este de Castilla y León.
El ozono es un contaminante muy complejo, que no
tiene una fuente humana directa sino que se forma en la baja atmósfera en
presencia de radiación solar por la combinación de otros contaminantes denominados
precursores, emitidos por el tráfico rodado, las grandes centrales
termoeléctricas y determinadas actividades industriales. Afecta durante la
primavera y el verano especialmente a las áreas suburbanas y rurales
influenciadas por la contaminación urbana e industrial.
Aunque la contaminación por ozono en 2016 es
consecuencia en primera instancia de la coyuntura meteorológica, caracterizada
por una gran estabilidad atmosférica y un fuerte calor estival, su evolución
reciente está relacionada con la tendencia al incremento en verano de las
temperaturas medias y de las situaciones meteorológicas extremas (olas de
calor), resultado del cambio climático.
La contaminación por ozono debería abordarse
como un problema sanitario de primer orden. La Agencia Europea de Medio
Ambiente estima en 1.800 las muertes prematuras en el Estado español por la
exposición a niveles de contaminación por ozono como los registrados en
Castilla y León durante 2016. Las personas más afectadas son las niñas y niños,
las personas mayores, las mujeres embarazadas y las personas con enfermedades
respiratorias y cardiovasculares crónicas.
Los costes sanitarios derivados de la
contaminación por ozono representan alrededor de 5.000 millones de euros al
año, un 0,33% del PIB español, según el Banco Mundial, sin considerar el coste
de los daños provocados sobre los cultivos y los ecosistemas naturales.
La información a la ciudadanía por parte de las
administraciones públicas no es ni adecuada ni ajustada a la gravedad del
problema. La página Web de calidad del aire autonómica no ofrece ningún dato de
las 15 estaciones de las redes industriales. Resulta elemental por ello que la
Junta de Castilla y León se esfuerce por mejorar la información de la calidad
del aire en su Comunidad.
Los Planes de Mejora de la Calidad del Aire para
reducir la contaminación son obligatorios según la legislación vigente. Pero,
en el caso del ozono, la Junta de Castilla y León lleva años omitiendo la
elaboración y aplicación de dichos planes, en las zonas de Duero Norte, Soria y
Demanda, Montaña Sur, Valle del Tiétar y Alberche y Sur y Este de Castilla y
León, donde resultan preceptivos. Se trata de una negligencia que está poniendo
en peligro la salud de 800.000 de castellanos y leoneses, así como la
productividad de los cultivos y la conservación de numerosos espacios naturales
protegidos.
Las principales vías de actuación para reducir
la contaminación del aire por ozono en Castilla y León son la disminución del
tráfico motorizado, la reducción de la necesidad de movilidad y la potenciación
del transporte público. Es necesario además dar facilidades al tránsito
peatonal y a la bicicleta en las ciudades. Así como la adopción generalizada de
las mejores técnicas industriales disponibles, la sustitución de los disolventes
orgánicos por agua y la reducción drástica de la generación eléctrica en
centrales térmicas, en particular las que utilizan carbón (Compostilla,
Anllares, La Robla y Guardo).
Intentando paliar la falta de información
administrativa, Ecologistas en Acción ha desarrollado durante el verano de 2016
una campaña de sensibilización sobre la contaminación por ozono en las
provincias de Ávila y Segovia, con la instalación de una exposición itinerante
y la realización de actividades divulgativas sobre el problema en centros de
educación secundaria y abiertas a público en general de Arenas de San Pedro,
Candeleda y Segovia. Toda la información de la campaña está disponible en
www.ecologistasenaccion.org/ozono
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