ENTRESIERRASrd | Miles
de personas asisten a una fiesta cuyas raíces se hunden en la época de la
reconquista cristiana
Seis amigos, que han tenido que esperar cinco
años para cumplir una apuesta, han desfilado hoy como Hombres de Musgo por las
calles de Béjar en una tradición que, según la leyenda, comenzó hace 746 años y
que evoca la reconquista cristiana de la ciudad tras la dominación árabe.
Como cada domingo después del Corpus, los seis
bejaranos han logrado reunir a miles de personas, bajo un fuerte sol, en una
fiesta que va entre lo pagano y lo religioso, que une una fiesta turística con
una procesión cristiana presidida por la custodia del Santísimo.
Cuenta una de las leyendas que se ha transmitido
entre los bejaranos que en torno al año 1.200, un grupo de ciudadanos de Béjar,
vestidos con la maleza de la tierra para evitar ser reconocidos, entraron en la
villa por la conocida como 'puerta de la traición', en la muralla, para
ahuyentar a los musulmanes que dominaban Béjar y devolverla al poder cristiano.
Y esa leyenda se ha convertido en tradición, una
tradición que ya es Fiesta de Interés Turístico Nacional y que aspira a
convertirse ser de Interés Turístico Internacional.
En esta ocasión los Hombres de Musgo han sido
seis bejaranos, seis amigos "desde la infancia", la mayoría
residentes en Béjar, quienes se han ataviado con musgo en una acción fruto de
una apuesta.
Pedro Martín fue uno de estos Hombres de Musgo y
uno de los primeros en ser transformado con el vegetal, que durante el año es
cuidado para poder ser reciclado.
"Nos apostamos estar aquí y aquí estamos
pero como bejaranos que somos teníamos claro que debíamos cumplir con la
tradición", ha afirmado este hombre vestido de forma completa con musgo, y
que solo le faltaba tener cubierta la cabeza y llevar el mazo también de musgo.
Desde las ocho y media de la mañana han
comenzado a vestirlos dos bejaranos, históricos como sastres del musgo, que llevan
más de 30 años, como el caso de Alejandro Romero, o más de 20, como Julián
García.
Con una rapidez propia de la experiencia, fueron
colocando el musgo en trozos por todo el cuerpo de los seis Hombres de Musgo, a
excepción de la cara, hasta que le llegó el momento a Leandro González, el
último en ser vestido.
Tras cambiarse de sitio para evitar que le
llegaran los rayos de luz de forma directa, ha mostrado su "alegría"
por poder celebrar esta fiesta pese al fuerte calor, aunque ha añadido que no
le asusta, "es lo que toca", ha afirmado mientras le acababan de
vestir.
A las 11 de la mañana salían del Convento de San
Francisco, a escasos metros de la Plaza Mayor bejarana desde donde comenzaba
una pequeña procesión pagana, en la que solo iban los seis Hombres de Musgo,
las autoridades y la banda de música al son del himno de España y de una 'marcha
de gladiadores'.
Ya a las 11,35 comenzaba la procesión religiosa
desde la iglesia de Santa María, presidida por la custodia del Santísimo, que
se procesiona en el Corpus, en la que iban, junto a las autoridades
eclesiásticas bajo palio, 35 niños que han tomado la Comunión durante este año.
El calor excesivo que ha hecho en Béjar ha
obligado a que los 'asistentes' de los Hombres de Musgo estén humedeciéndoles
la cara con frecuencia.
Las miles de personas que han acompañado hoy
esta fiesta, esta tradición, han vuelto a pisar el tomillo por el que ha
discurrido la procesión, y que desde primera hora de la mañana se ha arrojado
por parte de funcionarios municipales.
De nuevo, la tradición ha recorrido la ciudad
bejarana; de nuevo, seis bejaranos se han vestido de musgo para mantener viva
la leyenda que habla de la reconquista cristiana y que une la fiesta religiosa,
con motivo del Corpus, con la civil, la pagana.EFE
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