miércoles, 15 de noviembre de 2017

El potro de herrar

ENTRESIERRASrd | Una mirada a uno de los elementos singulares que forman parte del paisaje urbano de nuestros pueblos
Durante años han pasado inadvertidos, dejados a la intemperie de su propio olvido y seguramente denostados y arrojados al cajón indeseado de las cosas que nos hicieron trabajar más de la cuenta.

Hoy los viejos y pétreos potros de herrar salpican algunos rincones de nuestros pueblos, confundidos por más de uno, y no tan jóvenes, con extraños columpios de otros tiempos.
Ya no son muchos los que, acercándose a una de estas estructuras, son capaces de explicar sus singulares: la cincha con la que sujetaba al caballo, al burro o a la vaca… el rodillo, el colgadero… Porque en el potro se herraba, pero también se curaba y era herramienta eficaz cuando el veterinario tenía que limpiar una mordedura o una "boca" en la piel del animal.
En Salamanca y Ávila (y otros lugares próximos) los potros se han mantenido firmes contra el tiempo y son sinónimo de "nacionalismo" patrio, ahora que está tan de moda remarcar las virtudes propias.
Va para ellos la mirada de este miércoles.

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