ENTRESIERRASrd | Más de un centenar de participantes se
dieron cita en una nueva jornada de convivencia comarcal en Casas de Monleón
Las lágrimas de Andrés
seguramente sean motivo más que suficiente para poner en marcha un proyecto de
integración comarcal como este. Y es que este sábado, 20 de octubre de 2018,
quedará marcado en la historia reciente del pequeño pueblo de Casas de Monleón,
conocido en la zona como Las Casillas, y que con sus diez habitantes (ni siquiera
llega a ser institución municipal, siendo pedanía de Endrinal) abrieron de par
en par las puertas del pueblo para recibir al más de centenar de visitantes en
una nueva edición, la 35, del proyecto de encuentros comarcales ‘En tu pueblo y
en el mío’.
Una jornada para el
recuerdo que demuestra, por un lado, que hasta el más pequeño, remoto y
desconocido pueblo de Salamanca, guarda enormes tesoros naturales y
patrimoniales que enseñar; y por otro, que, por eso mismo, porque en ellos aún
resisten en pie un puñado de personas aferrados a su historia y sus
tradiciones, bien merece un sacrificio por parte de todos. No solo para ser
visitados, un día, unas horas; sino para ponerlos en el lugar que les
corresponde, en la primera línea del horizonte provincial, pues por su bravura,
cual toros de dehesa, suponen instituciones de piedra más importante que los
mismos verracos y que debemos proteger.
Día de fiesta, como
decimos, para estos 10 fieles habitantes que ofrecieron una jornada de lujo a
los “entreserranos” que se acercaron hasta su casa. La niebla, bien patrimonial
también de estas tierras, no quiso perderse tampoco la bienvenida, dando paso a
un sol de otoño que “tan rico sabe a estas alturas” y que hizo brillar a Las
Casillas como merece.
Andrés, vecino del pueblo,
orgulloso y orgullo de él, fue la punta de lanza de sabiduría y guía de
excepción para acercar la historia de cada rincón. Por ejemplo en la visita al
Molino de la Yedra, o acueducto (que también los hay por estas tierras,
fíjense), un legado escondido por el monte y reclamado ya en parte por él que
aún se mantiene en pie golpeando el olvido. También en la visita a las pozas,
en el ‘Prao del Tío Vivo’, que también tiene su historia singular: y es que
“Tío Vivo” era uno de los vecinos más pudientes del pueblo que, disponiendo de
prado en el casco urbano donó parte para que se creasen las pozas y las mujeres
no tuviesen que ir a lavar al río. Que no era poco favor…También la iglesia,
arruinada, que cuenta por sí misma la historia más reciente del pueblo.
Faltaron, por falta de
tiempo y andares, pero mencionadas con orgullo de postal, las rutas senderistas
que llevan a las Ollas de la Sapa, regalo natural del Alagón, y las tumbas de
los Durán, de visigodo abolengo.
No podía faltar el
banquete popular, que ya es centro neurálgico de sabores y saberes de la
tierra, con la gastronomía representada de cada pueblo, el vino y los licores
de la Sierra y de Colmenar de Montemayor, la tortilla de patatas, el queso de
Valdematanza, la innovadora cocina de Salamanca, un ir y venir de platos
intercambiados, y claro está, los calostros de Isabel, ya tienen su fama,
dulces cafés y demás… que dan paso a la tertulia, a los cantes y a los bailes…
Una jornada para guardar
en el recuerdo y que, como decimos, representan mejor que nadie esas lágrimas
de Andrés, emocionado porque tanta y tanta gente, buena gente, hayan ido a
conocer su “humilde pueblo”. Un encuentro… desde el mismo corazón de Las
Casillas.
Agradecimientos
En esta ocasión, como
siempre, queremos dar las gracias a los organizadores de esta inolvidable
jornada de convivencia, en especial al ya mencionado Andrés, pero también a
Pepe, alcalde pedáneo de Casas de Monleón, y a Carmen, y a todos los vecinos de
la localidad que pusieron el alma por ofrecer una jornada inolvidable.
Siguiente cita
Los encuentros
comarcales ‘En tu pueblo y en el mío’ tendrán su próxima cita en la Sierra de
Francia. Concretamente el 17 de noviembre con parada en el precioso pueblo de
Herguijuela de la Sierra.
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