Casafranca vivió este fin de semana un intenso
programa festivo para abrir el mes de agosto. Como ya se viene haciendo desde
hace muchos años, la festividad del Corpus se traslada al primer fin de semana
de agosto para hacer coincidir las fiestas con la llegada “masiva de los
exiliados a las grandes ciudades”. Las actividades se iniciaron el viernes 2 de
agosto con una cena popular y un baile. El sábado, al aire de los dulzaineros
de la Moraña, se bajó en procesión hasta la iglesia la imagen del Cristo de la
Sangre, que descansa en su ermita junto al cementerio; en la iglesia se celebró
una misa en su honor. La tarde del sábado estuvo dedicada a los más pequeños
con castillos hinchables, toro mecánico y una fiesta de la espuma. La noche fue
para la música, de todo tipo, bailable y rock de Entresierras, con la actuación
del grupo Pililos Oak, grupo procedente de Valdesangil. El domingo, tras la
misa, se organizó una nueva comida popular servida por el restaurante Racha de
Endrinal.
Por la tarde la Casa de la Dehesa de Casafranca acogió
una exposición de cuadros de punto de cruz de trajes regionales. Al atardecer
el Cristo, tras presidir la fiesta desde su trono en la iglesia parroquial, fue
regresado a su ermita en procesión.
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