Del 20 al 25 de septiembre el municipio salmantino de Tamames se vistió
de gala con su “mejor puchero” para recibir con honores de fiesta a su patrón,
el Santo Cristo del Amparo. Casi una semana de fiesta que han convertido a este
pequeño municipio, puerta de la Sierra de Francia y Quilamas, en el foco de
atención de los pueblos cercanos. Como todos los años Tamames honró sus fiestas
de septiembre con un completo programa de festejos, en el que la tradición, las
peñas y sobre todo los festejos taurinos tuvieron un papel destacado.
Las fiestas se iniciaron el viernes 20 de septiembre con la inauguración
y bendición de peñas. Este año la peña encargada de llevar el “puchero” fue la
del “Revolcón”. Ya cerrada la noche, Samany leyó el pregón que dio la
bienvenida a las fiestas, con un emotivo recuerdo para los que “ya no están”
deseando a los vecinos “unos días de felicidad, diversión y buena armonía”. A
continuación tuvo lugar la coronación de la Reina y sus Damas, honor que este
año ha recaído en Verónica Martín Parra, con Carolina Anciones y María José
Martín Rey como acompañantes. Y para abrir el baile, verbena por todo lo alto a
cargo de la orquesta Clan Cero.
El sábado 21 de septiembre amaneció con sorpresa para los más pequeños
gracias a “Divertilandia”, parque infantil que hizo las delicias de padres e
hijos, con un tren que recorrió las calles de la localidad, castillos
hinchables, tirolina… La fiesta continuó para todos los públicos con un
pasacalles con charanga mientras que por la tarde, para no faltar a la
tradición deportiva, se celebró un “derby” de Calva, entre Narros de
Matalayegua y Tamames. El mismo tarde tuvo lugar uno de los primeros platos
fuertes de los festejos.
Numerosos visitantes de toda la provincia acudieron a
la localidad a disfrutar del encierro por las calles de la Villa, al que
continuó un espectáculo flamenco-ecuestre a cargo de la compañía de Carmelo
Cuevas que hizo las delicias de los espectadores. Arte ecuestre y flamenco
unidos en un mismo espectáculo. Show que pudieron presenciar todos los
españoles ya que fue representado, en parte, en el programa de televisión de
‘Tú sí que vales’ de Telecinco. Por la
tarde se celebraron las vísperas en honor al Santo Cristo del Amparo, mientras
que por la noche, más mundanal, fue la orquesta Pikante la encargada de
amenizar la verbena.
El
domingo 22 de septiembre le llegó el solemne turno de pleitesía al patrón de
Tamames. El imponente Cristo del Amparo recibió su misa castellana para ser
sacado en fervorosa procesión por las calles del pueblo acompañado, no solo por
una marea de vecinos, sino por las notas tradicionales del grupo Santarem-Folk.
Por la tarde tuvo lugar el “segundo plato” del menú taurino, una novilla sin picadores
para los novilleros Alberto Escudero, Alejandro Marcos y Christian Canano que
lidiaron astados de la ganadería del Puerto de San Lorenzo. Llenas las gradas
del coso taurino triunfaron, y salieron por la
puerta grande, Escudero y Marcos. Canano, por su parte tuvo que conformarse con
la oreja cortada a su segundo.
Entre pasacalles, gigantes,
cabezudos y charangas pasó la tarde, en la que también destacó la charla
taurina en el salón de actos del Consistorio, a cargo de José Manuel Regalado
García, catedrático de Lengua y Literatura y que regaló su saber y arte versado
en la poesía taurina de este siglo. Por la noche, doble sesión de fiesta, con
la actuación del grupo Kóliko Eléktrónico, teloneros de la orquesta Manía,
encargada de cerrar la fiesta del domingo.
El lunes 23 de septiembre por la mañana la Calle Larga acogió el encierro infantil, finalizado con un pasacalles que abrió boca al encierro mayor y se desencierro ya por la tarde. En esta ocasión el espectáculo taurino corrió a cargo del grupo Talento Castellano, con Paquito Murillo a la cabeza, considerado mejor saltador de España. Recortes, quiebros, saltos, moto torera, actuaciones cómicas y carretones para los niños… una fiesta taurina por todo lo alto que los vecinos disfrutaron por todo lo alto. Tras el espectáculo en la plaza de toros, llegó el turno a la imaginación “pucherera” con una gymkhana de vehículos sin motor en la Trasera del Bar Sindical. La verbena nocturna la celebró la orquesta Excalibur.
El martes 24 de septiembre, para abrir boca al esperado encierro campero,
se celebró un almuerzo en la Dehesa. En este día,
aunque casi perdida la tradición, se rememora la antigua Feria de Alfarería,
cuando los alfareros de Tamames, de fama regional por sus pucheros y utensilios
de barro con buena cantidad de alfares en la villa, exhibían sus productos y,
sobre todo, vendían a quienes llegaban a este bello municipio del Campo Charro,
aunque también a los pies de la Sierra de Francia y de entrada a la Sierra de
las Quilamas, a sus toros. De ahí que los vecinos de Tamames reciban el
apelativo de “puchereros”
A media mañana los jinetes y sus monturas dieron inicio al encierro a
caballo dirigiendo con sus picas y buen hacer a los novillos de la ganadería de
José Tomás García de Villavieja de Yeltes. Todo
transcurría con normalidad hasta que, en el cruce entre las carreteras de San
Muñoz y Tamames, un novillo abandonó la manada y embistió contra el gentío,
donde un guardia civil se llevó la peor parte. El novillo salió campo a través,
pero la destreza y oficio de los caballistas, una vez un grupo encerraba el
resto de la manada en los toriles acondicionados en la plaza de la iglesia,
hacían retornar el novillo, de la ganadería de José Tomás García, Joseto, al
recorrido. Y, en un segundo encierro, que más bien parecía de los de a pie, el
novillo fue conducido a toriles sin mayor preocupación.
Por la tarde gran novillada con picadores en la plaza de toros con astados de la ganadería San Pelayo y San Mateo, propiedad del Niño de la Capea para los novilleros Jesús Hoyos “El Roque”, Carlos Navarro y la esperada reaparición (tras su grave cogida en San Sebastián de los Reyes) de Fermín Espinosa “Armillita”. El gran triunfador de la tarde fue Carlos Navarro, que cortó tres orejas saliendo por la puerta grande; sus compañeros de lidia cortaron un apéndice cada uno.
A continuación nueva sesión de gigantes y cabezudos con verbena nocturna a cargo de la orquesta Cañón que incluyó, para ahuyentar los malos espíritus, una queimada “musical” en la carpa.
El miércoles 25, cierre de las fiestas, se abrió con un pasacalles infantil y otro “adulto” por las calles de Tamames. El último encierro por las calles de la villa se cerró sin incidentes destacables. Por supuesto no podía faltar, en señal de hermandad y armonía, la paellada popular que llenó el polideportivo de la localidad. Como cierre también a las actividades taurinas, el coso de Tamames acogió por la tarde una Clase práctica de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca a cargo de los alumnos: Fran Colmenero, de Cabrillas; Antonio Hernández, de San Muñoz; Emilio Benito, de Carrascal del Obispo; David Salvador, de la Fuente de San Esteban. Tras diversas actuaciones musicales a la medianoche se despidieron las fiestas con el acto simbólico de la quema del Puchero, mientras se bailaba aprovechando los últimos acordes de la fiesta a cargo del grupo Trío Trópico.
No es oro todo lo que reluce
Hechos desagradables ocurren en todos los festejos y Tamames no ha sido la excepción. A la desgraciada cogida del Guardia Civil durante el encierro a caballo hay que añadir un suceso que, sin tener tanta trascendencia, ha generado cierto malestar en algunos vecinos y visitantes. El domingo, día grande del Santo Cristo, un grupo de personas de otras localidades acudieron a la fiesta ataviadas con trajes típicos de la región, tamboriles, gaitas y castañuelas, realizando un tradicional y muy aplaudido pasacalles acompañando a los Mayordomos de la fiesta hasta el altar del Cristo con enorme solemnidad y elegancia. Sin embargo, estos visitantes que llenaron de folklore las calles del pueblo no pudieron asistir a la Misa ya que, a pesar de estar reservados para ellos, los bancos estaban ocupados por terceras personas que no quisieron ceder los asientos. Indignados salieron de la iglesia mostrando su descontento por lo sucedido, alegando que “nunca más volveremos a participar en las fiestas de Tamames”. Aún así, por respeto a los mayordomos, asistieron a la procesión, bailando en dos paradas ante el Cristo. Algunos vecinos de Tamames, conocedores de la situación, ya han pedido disculpas públicas por lo que consideran “una falta de respeto hacia los que solo intentan dar más colorido a las fiestas del Cristo del Amparo”.
Fotografías
Carmen Peña Sánchez
María García Aparicio
Mercedes Hernández Sánchez
Jorge Cristeto
Eva Arroyo Fernandez
Jose L.Benito
Estibaliz Aparicio
Fuentes parciales : Salamanca24Horas, Noticias
Castilla y León
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