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Fotografía : José Ángel Varillas |

Trasladada la fiesta un par de días al Puente de la
Inmaculada, para permitir a los “exiliados” que puedan volver al pueblo a
honrar a la patrona, los casafranquinos honraron este fin de semana la
tradición con una fiesta en la que el fuego se convirtió en el centro de la
tradición, con la típica hoguera en la Plaza de la Iglesia, acompañada de una
parrillada que luchó contra el frío de la noche.
Posteriormente, y ya a
resguardo del Salón de Actos del Ayuntamiento, además de pasar un buen rato
entre amigos y familia, pudieron realizarse los conjuros y buenos deseos en una
queimada ardiente y colorida.
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Fotografías cedidas por el Ayuntamiento de Casafranca |
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