Fotografías : Enriqueta Sánchez |
Aunque el mal tiempo hizo acto de
presencia, las Águedas de Valdelacasa salieron de sus casas el pasado miércoles
para celebrar esta fiesta con una agenda que tuvo ocupadas a las doñas
prácticamente todo el día y parte de la noche.
La misa en honor a la Santa se
celebró a las cinco de la tarde haciendo ronda posterior por las calles del
pueblo y llenando de color el día gris que amaneció gracias a los trajes típicos
que algunas mujeres se enfundaron para no faltar a la tradición. Y por supuesto
no faltó a la cita el “Emperador Quiziano” (Quintiliano), enamorado de Águeda y no
correspondido en su amor (y que fue quien mandó que le cortaran los pechos y la
ejecutaran, convirtiéndola en Santa y Mártir).
Todos los vecinos fueron partícipes
de la fiesta, al menos en lo que al yantar se refiere, recibiendo de las
mujeres, alcaldesas de mando en este día especial, unas perrunillas y un
traguito de orujo, para entrar en calor.
Y por supuesto, el malvado
Emperador, pelele de “mala muerte”, fue ejecutado a su vez en “condena de
llamas” y la hoguera nocturna dio cuenta de él.
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