Noticia : SalamancaRTValDía |
En días pasados
informábamos de los problemas que la “lagarta” está causando en los encinares del Alto Tormes y regiones aledañas, poniendo en riesgo el ecosistema de la
zona y cuya solución estaba en manos de la burocracia y las autorizaciones.
Ante el cariz que
está tomando el problema, y dado que la solución está estancada en manos de la
burocracia y autorizaciones que no acaban de expedirse, vecinos y ayuntamiento
de la zona han iniciado la batalla contra la oruga Lymantria Dispar por su
cuenta.
El primer pueblo
en tomar cartas en el asunto ha sido Cespedosa de Tormes donde ya se
han fumigado las encinas afectadas, mientras que el Consistorio de esta
localidad anima al resto de los propietarios de encinares a solicitar el
permiso de fumigación y a advertir del avance de esta enfermedad.
Medida
preventiva, pero casi desesperada y quizás inocua, pues mientras no se
erradique el mal de raíz, con una fumigación masiva, el problema continuará
existiendo. Vacuna contra el sarampión en tiempos de epidemia.
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