Cronica y Fotografías : BÉJAR RECUERDOS |
La Peña de
la Cruz, legendaria cima de la Sierra de Béjar, volvió a actuar de faro y a su
llamada acudieron cientos de peregrinos para conmemorar una de las tradiciones
más arraigadas de la Comarca.
Como es
habitual, fue la Cofradía de la Santa Vera Cruz la encargada de organizar la
romería.
Tradición
que, como viene siendo habitual, vino precedida por la celebración del “Día de
los Paporros”, apelativo cariñoso con el que los bejaranos designan a los
vecinos extremeños del pueblo de La Garganta. La devoción por la Virgen del
Castañar une a los vecinos de ambos pueblos que celebran su romería hasta el
Castañar aupados en sus monturas o a pie; jornada donde los alcaldes, en señal
de hermandad, intercambian los bastones de mando por un día. Posteriormente se
oficia una misa conjunta en el santuario bejarano tras la cual se realiza una
comida de hermandad en los alrededores, fiesta a la que acuden otros alcaldes
de la región, como el de Baños de Montemayor (Cáceres), Montemayor del Río
(Salamanca) y este año además, junto a otras autoridades, el Consejero de
Turismo de la Junta de Extremadura.
Ayer
martes, 10 de junio, casi como continuación de la liturgia, los bejaranos y
vecinos de otros pueblos de la comarca se encaraman hasta la Peña de la Cruz.
Fecha de especial arraigo en el sur de la provincia, la jornada se inició a las
9:30 h. con salida a pie desde la parroquia de San Juan.
Después de
recorrer la Calle Mayor al paso por la Corredera se une a esta primera partida
otro numeroso grupo de peregrinos para iniciar la subida hacia el Regajo, sin
olvidar las paradas litúrgicas; durante la subida y desde los rodeos se va
parando en las cruces que jalonan el camino para rezar una oración por la Santa
Cruz
Los
romeros se dirigieron entonces hasta el Castañar en cuya explanada y junto a
las cruces se ora por los cofrades fallecidos durante el año anterior. En el
interior del Santuario oraciones a la Virgen y a la Cruz. Desde el Castañar se
camina hasta Llano Alto, Cruz del Margarito y Cruz del Peladillo donde la
organización invitó a todos los participantes de la marcha; hambrientas bocas
que devoraron unos 300 bocadillos con su vino de rigor para retomar fuerzas y
continuar el camino.
Hacia las
12:00 h. los peregrinos hollan la Peña de la Cruz, donde se ofició una misa de
campaña a cargo del padre Abel, párroco de Candelario, junto a Miguel, párroco
de San Juan, que presidió este año el acto del Cristo Crucificado. Por
supuesto, no faltaron las Autoridades de la ciudad, con el alcalde Alejo
Riñones a la cabeza.
A
continuación llegó uno de los momentos cumbre de la jornada, nunca mejor dicho,
con la coronación de la propia Cruz para la bendición de campos. La fiesta
continuó con el vino de honor y las inexcusables perrunillas, todo animado por
el sonido de la flauta y el tamboril de Ángel Rufino “El Mariquelo” que
acompañó la procesión a lomos de su caballo “Lucero” conducido por Mariano Correira
y sus acompañantes Manuel “El Gallo”, Mari Carmen y Antonio. La fiesta finaliza
con una comida campestre en los alrededores de la Peña.
Este año la cofradía de la Santa Vera Cruz, al encontrarse sin cofrade,
encabezó a través de su Junta Directivo en pleno la peregrinación (David
Hernández, presidente, acompañado de Sara Ponce, María Sánchez, Conchita
Sierra…) con la colaboración del Ayuntamiento de Béjar.
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