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Entrevistamos en exclusiva a Azucena Alfonso Recio, joven escritora con raíces
serranas que acaba de publicar su primera novela, 'Un golpe de música'. "Es una novela que incita a la superación
personal"
"Un empujón para todas aquellas personas
que quieren hacer algo pero no se atreven". Con estas esperanzadoras
palabras presenta una joven su primer gran proyecto literario. Azucena Alfonso
Recio (Valladolid, 1987) es Licenciada en Periodismo y Máster en Comunicación
con Fines Sociales. Con 'Un golpe de música' Azucena quiere mostrar al lector
"que todo es posible con fuerza de voluntad". Quizás ella sea el
mejor ejemplo de este paradigma vital.
Y es que por las venas de Azucena corre sangre serrana; de ascendencia familiar en Las Casas del Conde, esta joven escritora confiesa que "no podría escribir una novela sin acordarme de mi paraíso serrano". Un golpe de música con raíces en la Sierra de Francia para escuchar el sonido la rebeldía.
Y es que por las venas de Azucena corre sangre serrana; de ascendencia familiar en Las Casas del Conde, esta joven escritora confiesa que "no podría escribir una novela sin acordarme de mi paraíso serrano". Un golpe de música con raíces en la Sierra de Francia para escuchar el sonido la rebeldía.
¿Cómo surge
'Un golpe de música'?
“Un Golpe de Música” surge de la mezcla de
muchas cosas. Entre ellas está mi pasión por escribir y mi inquietud por tratar
diversos temas sociales que no suelen aparecer en grandes medios de
comunicación, o que muchas personas desconocen por no vivirlos de cerca.
¿De qué
trata esta novela?
La novela narra la historia de Cloe, una
adolescente que a pesar de sufrir maltrato intrafamiliar, lucha cada día por
cumplir todos sus sueños: ser periodista, conquistar a su amor platónico, no
alejarse nunca de sus mejores amigos… Es una novela romántica, llena de drama y
esperanza, una llamada a la conquista de
los sueños, cargada de denuncia social y dedicada a todos aquellos que no se
rinden ante las adversidades.
¿Cuánto
tiempo tardaste en escribirla?
Tarde cerca de seis meses en escribirla. Es
cierto que la idea me rondaba por la cabeza desde hacía más tiempo, lo que hizo
que cuando me enfrenté al papel en blanco, las ideas fluyeran sin dificultad.
¿Hay algo
de autobiográfico en ella?
Dicen que en la primera novela siempre lo hay,
aunque yo creo que siempre hay un poco de cada escritor en todo lo que escribe.
Soy una persona muy crítica, y eso se refleja en la obra. Todos los que me
conocen y han leído el libro han visto parte de mi personalidad a lo largo de
sus páginas, esa denuncia del maltrato animal, por ejemplo, ese temor a
cualquier tipo de violencia, esa impotencia de no poder hacer nada ante ciertas
injusticias… Es un conjunto de muchas de las cosas que pienso, que ejecuto, y que
me han afectado de forma más o menos cercana.
¿Por qué
hay que acercarse a su lectura?
Porque “Un Golpe de Música” puede ser ese
empujón para todas aquellas personas que quieren hacer algo pero no se atreven
por el motivo que sea. Es una novela que incita a la superación personal, que
convence (o intenta convencer) al lector de que todo es posible si uno quiere,
y que por muchos obstáculos que nos rodeen, con fuerza de voluntad se pueden
derribar.
Además, invita a reflexionar sobre todo aquello
que tiene a su alrededor y ver la realidad desde otro punto de vista.
Por supuesto, no podemos olvidar que es una
novela entretenida y fácil de leer.
¿Cuándo
presentarás en público la novela?
El día 24 de septiembre la presenté en mi ciudad
natal “Valladolid”. Fue un día muy emotivo, donde sentí el apoyo de mucha
gente. Y el próximo 15 de octubre la presento en lo que para mí es mi segunda
ciudad “Salamanca”, donde espero tener la misma sensación.
Sabemos
que tus raíces familiares están en la Sierra de Francia, ¿hay algo de
inspiración serrana en esta novela?
Por supuesto, no podía escribir una novela sin
acordarme de este paraíso. Hace poco, una amiga casacondeña, me escribía
mientras leía la novela por las menciones que hago sobre nuestro pueblo. Son
pequeñas pinceladas, pero quien sea de allí se va a dar cuenta en seguida.
¿Presentarás
la novela en la Sierra?
Me encantaría poder presentarla en mi pueblo, en
Las Casas del Conde, por supuesto. Pero también me gustaría poder organizar un
evento en cualquier pueblo de alrededor. Cuando veraneas por la zona de la
Sierra de Francia, yo creo que un poquito de los demás pueblos también forma
parte de ti, por sus fiestas, sus paisajes, sus gentes…
¿Cuál es
el rincón que más te inspira de la Sierra?
Sin duda los paisajes del Río Francia. Esa
tranquilidad, el sonido del agua, de los pájaros… el olor a naturaleza que no tenemos
el resto del año… Cuando me he sentido bloqueada, que en ocasiones me ha
pasado, siempre intento visualizar ese ambiente, esa zona. Es una forma de
desbloquear la mente, y de concentrarte realmente en la historia que estás
escribiendo y en sus personajes, dejando todo lo demás a un lado.
¿En qué
proyectos literarios estás trabajando ahora mismo o tienes en mente?
Pues ahora mismo estoy centrada en mi segunda
novela. Por supuesto nunca descarto seguir escribiendo poesía (que es lo que
había hecho hasta ahora), pero si encuentras inspiración en algo, lo mejor es
no despistarte y dar el 100% en ese proyecto.
¿Qué le
dirías a un joven escritor que está empezando ahora mismo a cultivar su
vocación y no encuentra ninguna puerta editorial abierta?
Pues la misma que me dieron a mí “No desesperes,
sigue escribiendo y lucha hasta que lo consigas”. Yo he tenido mucha suerte y
estoy muy agradecida por ello. Hay personas que escriben auténticos tesoros y
no llegan a ser descubiertos, pero insisto en que si alguien quiere algo, lo
mejor es no desistir, porque seguro que antes o después alguna puerta se abre.
Una de las
problemáticas actuales en los jóvenes es su escasa afición a la lectura… en tu
opinión ¿cómo podría atajarse este tema?
Yo creo que el tema hay que atajarlo desde que
son niños. Los primeros que tienen que inspirarles son los padres. Recuerdo
aquel anuncio cuyo lema era “Si tú lees, ellos leen”. Si el ejemplo no se da en
casa es difícil decirle a un niño que lea y que él quiera hacerlo.
Por otro lado, recuerdo que cuando iba al
instituto, mis profesores me obligaban a leer ciertos libros, supongo que forma
parte de un programa y que no pueden saltárselo a la ligera, pero quizá habría
que decirles a aquellos que elaboran el programa, que tengan más en cuenta los
gustos de los alumnos. Si en vez de decirles “Este trimestre tenéis que leeros
este libro”, se les permitiera elegir uno de acuerdo a su edad, todo sería
distinto. Es posible que algunos eligieran el libro más cortito, pero creo que
es más importante que lean poco, pero a gusto, a que lean por obligación y sin
prestar atención. Lo único que se consigue con esto último es que cojan manía a
los libros y a la lectura en general.
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