ENTRESIERRASrd | Un
centenar de personas disfrutan de la visita a Galinduste en el XVIII Encuentro
Comarcal 'En tu pueblo y en el mío'
El pasado domingo, en segunda convocatoria y con
permiso de la Autoridad (que en todo caso era la climatología), un centenar de
personas se reunieron en Galinduste para disfrutar de una nueva jornada de
hermandad dentro del proyecto 'En tu pueblo y en el mío', iniciativa comarcal
promovida por la plataforma CUADERNO DE ENTRESIERRAS en colaboración con los
vecinos de la región. ÁLBUM FOTOGRÁFICO
Una jornada que se inició en la Plaza Mayor con
la recepción oficial de los participantes, que contó con la presencia del
alcalde de José Lucas, que quiso ofrecer dar la bienvenida al grupo y ofrecer
la hospitalidad que siempre ha caracterizado a este municipio de la Tierra de
Alba. Recepción con chocolate y dulces, para entrar en calor y tomar fuerzas
para un largo día que llevó a los turistas comarcales a conocer el patrimonio
local, como tantos otros pueblos de Salamanca, desconocido y 'olvidado' por las
guías turísticas.
Entre ellos la Torre del Reloj, último vestigio
del Castillo de Galinduste, Bien de Interés Cultural, antigua alhóndiga y
panera y lugar de reunión del concejo, y que aún guarda, entre sus últimas
paredes viejas historias que hablan de túneles que conectan con la iglesia o de
una sempiterna gallina de huevos de oro… Torre renovada y símbolo de la
localidad que, entre otras misiones, es vigía de la Feria Medieval celebraba en
los últimos veranos.
O la iglesia parroquial, cofre patrimonial que
guarda a la patrona del pueblo, Nuestra
Señora de la Zarza, que hace competición y junta celestial con Santa Ana,
edificio del siglo XVI en una etapa constructiva de transición, y que también
ha desvelado algunos secretos, como el viejo cementerio, que ya venía de oídas
porque los mayores de Galinduste conocen a su plazuela como 'el cementerio'.
O el campanario, cuya existencia se sitúa allá
el siglo XII, vestigio de un castillejo o casa señorial dentro de la muralla
que bordearía el pueblo. "Ir al campanario a tocar las campanas era algo
que los jóvenes tenían por costumbre hacer en cualquier celebración: repique en
una procesión, dobles en la noche de los Santos, a muerto en un fallecimiento,
a arrebato en un fuego… y últimamente, de alegría por el mundial de fútbol, dar
la bienvenida al nuevo año… y en las madrugadas después de una noche de
corrobla. Para evitar esto último se ha cerrado con candado".
Tras este pequeño paseo por el corazón de
Galinduste los participantes iniciaron una pequeña ruta hasta el conocido como
Mirador, el monte más alto de Galinduste con sus 1.046 metros y bautizado
oficialmente como 'La Atalaya', desde donde se puede avizorar toda la comarca,
Entresierras, Sierras, Gredos, el reculaje del embalse de Santa Teresa y por supuesto
la Tierra de Alba.
Un 'mirador' que es recipiente de aguas comarcales, con el
depósito que surte a trece pueblos de alrededor realizado en 1991. Mirador de
'otear' y de comer, lugar de encuentro para hincar el diente al hornazo el
Lunes de Aguas.
Tras el descenso de la Atalaya, como no podía
faltar, visita al Caño, o lavadero municipal restaurado hace un año, que ya es
símbolo también de la localidad. Durante décadas el lavadero fue utilizado como
almacén municipal, cubriendo las pilas y ventanas, que han sido descubiertas
nuevamente en un laborioso y especial trabajo que ha sacado a la luz una de las
mejores obras de este tipo que se conservan en la comarca. Y por supuesto,
homenaje al neoverraco, símbolo que une la tradición más antigua con la modernidad,
cerdo sin grasa y con mucho hierro, primera y única estatua del municipio.
Bien empapados de la historia, anécdotas y
cultura local, el Salón del Teatro acogió la comida de hermandad en un clima
relajado y de unión vecinal, con la participación también de numerosos vecinos
de Galinduste que quisieron oficiar de anfitriones a los turistas y que
pusieron todo su esfuerzo y corazón para que no faltara detalle.
Finalmente se proyectó el videoclip de Raúl Díaz
de Dios, 'Arrión', grabado recientemente en la localidad, y como colofón, el
grupo de danzas local, acompañados por Bruno González y Marcos García Pacheco,
del grupo folklore charro, echaron unos baile en el Multiusos.
Desde la organización de los encuentros
comarcales 'En tu pueblo y en el mío' no queremos dejar pasar la ocasión de
agradecer al pueblo de Galinduste, al PUEBLO en mayúsculas, por su gran
acogida. Como bien indican los galindustenses "es emocionante cuando
trabajamos todos juntos", axioma al que nos sumamos.
Los encuentros comarcales 'En tu pueblo y en el
mío' continuarán su viaje por la comarca. Siguiente parada en el corazón de
Entresierras: 16 de abril, Valdefuentes de Sangusín.
Allí nos vemos.
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