lunes, 26 de septiembre de 2016

Los lunes, la colada

ENTRESIERRASrd | Echamos la mirada de este lunes a un oficio que ya es carne de museo: el de las lavanderas
Las manos de las lavanderas / son manos duras y trabajadoras /
a orillas del río mojan sus penas / y a veces, cantan  si se enamoran
(Alejandro José Díaz Valero)
Llega el lunes. Las mujeres preparan la merienda. Recogen la ropa de la semana. Sólo hay remudo los domingos porque es día de guardar.
Salen de casa con el barreño a la cabeza. Tajuela al cuadril. Camino de los lavaderos. Donde los haya. O del río, donde no hay de los primeros.
Allí se sacaba a voz en lengua "la prensa del corazón", lugar de reunión y chismes, de nuevas y esperanzas, allí se lavaba la ropa, los trapos sucios y los no tan sucios. Todo lo que fuera menester ser oreado se sacaba a la imprenta del jabón de manteca, a frotar y a saber de los demás.
El jabón de sosa pone en rojo la ropa. Después se tiende al verde. A solear. Luego su tuerce para escurrirla. No hace falta suavizante. "El agua aún era suficientemente suave. Y el aroma a lavanda se conseguía poniendo la ropa a secar sobre el tomillo".
En ese descanso de secar la ropa, la mujeres con los riñones doloridos y las rodillas inmóviles de estar tantas horas arrodilladas, comían el "cacho merienda". Así se vivía. Sencillamente se vivía.

Fotografía : Lavanderas en Valdelamatanza (Ángeles Díaz Morelle)

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