Tras los pasos de los primeros 'merinos' de Entresierras

ENTRESIERRASrd | La Asociación Corral de Concejo de Los Santos organiza su quinto viaje cultural con una visita de tres días a la comarca burgalesa de Las Merindades

Cada municipio (da la cuestión para un manual de varios tomos) tiene sus apellidos seculares. Genealogías cuyos nombres y apellidos se multiplican por calles y rincones, trayendo primos lejanos, bodas de otros tiempos y parentescos que, en la mayor parte de las ocasiones, ya solo se traen a la memoria con motivo de ellos mismos: los apellidos.

En Los Santos uno de esos apellidos martilleantes que van repitiéndose de acta en acta y de carnet en carnet es el de los 'Merino', y son estos, los 'Merino' (junto a sus vecinos, claro está), los que este fin de semana han disfrutado chapuzándose en la historia propia gracias al viaje organizado por la Asociación Corral de Concejo, en la que ha sido su quinta excursión cultural, y que ha llevado a los participantes hasta la Comarca de las Merindades, en Burgos.

Según los estudios, es de esta comarca burgalesa, una de las cunas del románico y raíz de la historia castellano-leonesa, de donde procede el apellido Merino, santeño como pocos, y que habla de aquel delegado y representante del Rey en un territorio o región, como fue en este caso, las Merindades, donde el merino tenía amplios poderes, tanto jurídicos como administrativos, abanderándose como el defensor de los intereses reales.

Buena parte de Entresierras fue repoblada hace más de 800 años por gentes de las Merindades, y parece ser que este es el motivo de la insistencia genealógica de los Merinos, especialmente, en Los Santos.

Un grupo de 35 personas, con edades comprendidas entre los 3 y los 70 años, han disfrutado este puente del Primero de Mayo recorriendo los rincones de estas tierras burgalesas. Orbaneja del Castillo, los Cañones del Ebro, Ojo de Guareña, la Cascada de Pisas, Puentedey, San Pantaleón de Losa, el Salto del Nervión, el Valle de Angulo, Espinosa de los Monteros, Medina de Pomar, el Monasterio de Ríoseco, Frías, la Hoz de Tobera, Poza de la Sal o el Monasterio de Santa Casilda, entre otros muchos lugares, han sido parada y fonda de esta visita cultural santeña tras los pasos de los orígenes.