martes, 9 de enero de 2018

Chuzos de punta

ENTRESIERRASrd | Una mirada a una imagen ya casi olvidada en la comarca y recuperada estos días gracias a la nieve y a las bajísimas temperaturas
En estos días en los que las miradas se cambian del cielo a la tierra, y se calculan en centímetros de nieve, encontramos escenas que hacía tiempo que no figuraban en nuestros tejados.

Y al hilo del hilo, desempolvaremos del arcón una de esas glorias de diccionario, que muchos (si no todos) utilizan como palabra “de a diario” sin saber muy bien de donde viene realmente la conseja.
Nos referimos, si vieron ya la imagen, a esos chuzos, a esos chuzos de punta claro, que tanto se amolan a las lenguas vernáculas y modernas y que hace tiempo que se convirtieron en una especie de leyenda rural.
Porque los charambiles, lo chuparmieles o los chuzos (cada pueblo les pone el nombre que le viene en tradición) han aparecido estos días en dinteles y tejadillos, en canalones y soportales, símbolos de un tiempo que los mayores casi olvidaron y los jóvenes ni siquiera imaginaron.
“Cuando el invierno era, de verdad, invierno”.
Quienes, antaño, no conocieron los helados decían que estos eran los helados que la Naturaleza les regalaba y había de venir el padre o la madre, con la sabiduría de siempre, a advertir de que comiesen charambiles “no fueran a salir sapos en la barriga”. Que, se sabe, no sería tal la amenaza pero sí para evitar un catarro a destiempo o un dolor de tripa de varios días.
Sirva esta mirada actual para mirar por el agujerito de esta ventana a un pasado no tan lejano. Y que a veces vuelve haciendo “invierno de verdad a base de caer chuzos de punta”.

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