jueves, 2 de mayo de 2013

Dios salve a nuestros pueblos


Editorial desde el Blog “Desde mi ventana

Vuelve el invierno y yo sin abrigo. Qué cosas tiene esta primavera. Siempre se dijo aquello de “la primavera ha venido y nadie sabe como ha sido”, pero este año está todo al revés, y como en la anterior legislatura se decía “la culpa de todo la tiene Zapatero”, en esta está visto (y es verdad) que la culpa de todo no la tiene Rajoy.
Porque, en realidad, la tiene todo el PP, ya que ningún ministro funciona. Y no solo los ministros; desde Alcaldes a Ministros no hacen nada ninguno.
Valga de ejemplo el Alcalde de Monleón: le preguntan qué le parece que a Monleón no le hayan concedido ninguna subvención para el fomento del empleo a los pueblos pequeños; su contestación es la siguiente:
- Que le vamos a hacer… Otra vez será.
¿Cómo puede estar un alcalde satisfecho con que no le den nada para su pueblo? ¿Y qué hace el Presidente de Castilla y León? Lo mismo que el alcalde: nada.
Hemos llegado al punto de que como nos quitan todo, ya hasta nos parece bien que no nos den nada. Los recortes a los pueblos pequeños se hacen desde el desconocimiento de los mismos; poquito a poquito vamos a ir desapareciendo y cuando los pueblos estén vacíos, luego los venderemos para que los magnates se creen sus ínsulas.
A los que oficialmente “no somos del pueblo” se nos suprimen las asistencias sanitarias, nos ponen obtáculos para solicitar una receta, o en su defecto mala cara si en un momento debemos recurrir a una urgencia de asistencia médica. Se nos manda inmediatamente al Centro de Salud más cercano o directamente se nos comunica que llevemos las medicinas que podamos necesitar recetadas por nuestro Médico de Cabecera. Sin saber si vamos a necesitarlas o no.

No digamos si tenemos que usar cualquiera de los servicios que ofertan las administraciones, como puede ser el cortar un remolque de leña para nuestra cocina. Para ello tenemos que solicitar al montero, ir a Guijuelo a buscar el permiso y luego cortar nuestra leña, sin pasarnos un ápice, puesto que para eso están “los del Seprona” que como no tienen otra cosa que hacer, nos vigilan constantemente si cortamos una rama de más o cortamos una rama de perejil o cualquiera de las mil plantas de que disponemos para nuestra satisfacción como hombres de campo.
Y no digamos si hacemos alguna simple obra sin permiso. La denuncia no tarda ni 48 horas en ser expedida. Caso contrario si denuncias un robo o una agresión… ni 48 horas ni 48 meses... Los pueblos se mueren o los estamos matando.
Será verdad que no les interesa que sigamos viviendo, pero si es así… que lo digan de una vez y con claridad y nos dejen vivir el poco tiempo que nos quede, a nuestra forma y sin inmiscuirse en nuestra pobre vida.

DIOS O QUIEN CORRESPONDA SALVE NUESTROS PUEBLOS

(De otra manera tendremos que salvarlos nosotros)



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