martes, 11 de junio de 2013

El Grupo de Danzas de Cespedosa dejó su sello en Fuentesaúco

Fuentesaúco vivió el pasado sábado una jornada memorable de folklore y tradición musical. Organizado por el grupo Dulzaineros de Fuentesaúco, todo el pueblo se volcó en la celebración del Segundo Certamen de Folclore «Fini el Barrito». Las calles de la villa, la plaza de Santa María y el teatro municipal fueron espacios que se llenaron de música y color, de bailes y cantos tradicionales, adornados con vistosos vestidos tradicionales recuperados pacientemente tanto en Fuentesaúco como en otros municipios de la comarca. Fue una larga jornada que giró en torno al folklore y la tradición que se inició con un pasacalles vespertino y que concluyó, ya avanzada la tarde con un multitudinario pasacalles al ritmo de dulzainas y tambores con representantes de los diferentes grupos que amenizaron la jornada.
La segunda edición de este certamen folklórico no decepcionó a nadie. Seis grupos participaron en el mismo y destacaron por una calidad excepcional, tanto en la disciplina de baile como de música tradicional llegados para la ocasión desde Madrid, Valladolid o Salamanca y con una nutrida representación de las inquietudes folklóricas de la comarca personificadas en la Escuela de folklore de la Guareña y la coral Saucano-Guareña.
El aperitivo del certamen estuvo a cargo del grupo de danzas de Cespedosa de Tormes, especialistas en paloteo, dejaron impresionado al numeroso público bailando cuatro danzas de profunda raigambre histórica y demostrando una gran destreza en el manejo de tan compleja técnica de baile. Los saucanos pudieron deleitarse con unos bailes ancestrales que según reconocieron se han trasmitido de generación en generación para honrar a la patrona de su pueblo.
A continuación se invitó al público a entrar en el teatro para continuar con el evento, y allí adentro, esperaban casi otras tres horas de músicas y bailes. El teatro a reventar, más de 400 personas asistieron de principio a fin de un espectáculo memorable. Los dulzaineros de Fuentesaúco, alma máter de este certamen, fueron los encargados de abrir la jornada presentando a los participantes e interpretando unos temas típicos de las fiestas patronales saucanas. A partir de aquí se fueron sucediendo las actuaciones y pasaron por el escenario la Coral Saucano Guareña, que desde hace siete años se ha empeñado en no dejar morir las canciones tradicionales que se cantaban en Fuentesaúco y comarca. Les siguió un excepcional grupo de dulzaineros, «Folklore Plaza de Castilla», llegados desde Madrid y que hicieron las delicias del público por su virtuosismo con tan difícil instrumento como es la dulzaina. El siguiente turno fue un merecido homenaje a la escuela de Folklore de la Guareña, los más pequeños, acompañados por sus profesores mostraron su progresión musical y el sorprendente el perfeccionismo que está alcanzando el grupo de baile tradicional infantil que en el baile de las botellas arrancó al público del asiento. Igualmente meritoria fue la relación de danzas interpretadas por el grupo de baile de mujeres de la misma escuela que además llenaron de colorido el escenario. Luego irrumpió en el escenario el último grupo invitado, la Escuela de música Tradicional Tierra de Pinares de Aldea Mayor de San Martín de Valladolid. El nombre puede llamar a engaño, porque este nutrido grupo dejó al público literalmente con la boca abierta por su capacidad para fusionar los instrumentos tradicionales, especialmente la dulzaina, con otros más modernos como la guitarra eléctrica, el bajo y la batería y con un toque jasístico clásico. Apuesta arriesgada y valiente que sólo es posible gracias a unos músicos inspirados y excepcionales que entusiasmó a los presentes.
Fotografías : Atxiperres Cespedosa

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