Crónica y Fotografías : Miguel Pinto Benito |
Jornada
de tradición y gastronomía (y frío), típicamente
salmantina, la que vivió el pasado sábado 7 de diciembre la localidad serrana
de Santibáñez de la Sierra. Fiesta que se prolongó desde las 9 de la mañana
hasta bien entrada la noche y en la que no faltó ni la comida ni la bebida en
un ambiente agradable entre vecinos y amigos santibañejos.
Una de
las notas más relevantes fue la curiosidad de los más pequeños, que no cejaron
de admirarse durante todo el proceso de la matanza, así como la presencia de “forasteros”
que aprovechando el puente de la Constitución se acercaron hasta este rincón de
la Sierra de Francia para disfrutar de un día de tipismo serrano.
El programa
se inició a primera hora con la matanza del cerdo (un buen ejemplar de 16
arrobas) y su posterior chamuscado y despiece (por supuesto, con el paso de la
inspección veterinaria). Desde la organización regaron los actos con
aguardiente y perrunillas. Por supuesto no faltaron las probaduras de la carne
del cerdo, chichas, carne a la brasa… y claro está, las inexcusables patatas
meneás con torreznos en una comida comunal a la que acudió buena parte de los
vecinos. También se rifó entre los congregados un jamón, procedente de la
matanza de hace dos años.
Tampoco faltó
la música tradicional de la flauta y el tamboril amenizando el fuego central de
la fiesta.
Al anochecer el Ayuntamiento organizó un pequeño
acto de homenaje a la Constitución patria para concluir con los actos de
hermanamiento entre Santibáñez y Cristóbal, recibiendo la visita de los vecinos
de este último, visita en devolución de los actos de hermanamiento sellados en Cristóbal unas semanas atrás.Fotografía : La Gaceta de Salamanca |
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