jueves, 16 de enero de 2014

La niebla, invitada de honor en la Ruta a los Lagares Rupestres del Grupo MasQueAndar

De ruta. Así despidieron el año los amigos del grupo senderista MasQueAndar de Endrinal y así lo recibieron con una nueva marcha en esta ocasión por los Lagares Rupestres de San Esteban de la Sierra. En víspera de Reyes, 5 de ener, los “masqueandarines” se regalaron esta ruta histórica en una mañana un tanto desapacible entre la niebla.

La ruta se inició con la reunión de todos los componentes en la Bodega Cooperativa de San Esteban de la Sierra, punto de inicio de la Ruta de los Lagares Rupestres. A las 10:00 h. emprendieron la marcha, bajo un cielo encapotado, ascendiendo por el camino del Guijarral. Llegaron al alto del mismo nombre, y se encontraron el mirador desde el que se puede admirar la bella estampa que forma San Esteban rodeado por el Monte del Castañar, el Monte del Cancho, el río Alagón y los bancales del Tiriñuelo.

Continuaron el camino y descubrieron los primeros lagares de la ruta, las fuentes del Guijo y del Roble y los huertos que se riegan con sus aguas. Dejaron atrás el regato de Valmedroso y el camino se empina de nuevo hasta las eras del Prado Concejo. Llegando al lagar que se encuentra en este paraje comenzó a bajar la niebla, que les acompañó hasta pasado el mirador de la Cruz del Monte, impidiendo disfrutar del entorno y los paisajes de esta zona de la Sierra de Francia. Decidieron no obstante seguir adelante con la marcha, ya que el camino está bien señalizado y ya conocían la zona. Vistos los lagares de Las Huertitas hicieron un alto en el camino para reponer fuerzas con embutido casero y dulces navideños.


Pasaron Muñiquero y Los Pajares intuyendo más que viendo lo que les rodeaba y cuando llegaron a la carretera que une San Esteban con Los Santos se empezó a despejar la niebla. Esto les permitió disfrutar de los fantásticos olivos centenarios, unos árboles singulares que forman parte de otra ruta muy interesante, la de las “Catedrales Vivas. Sierra de Béjar – Entresierras”.

Antes de comer en el Restaurante Las Llares hicieron una visita por el pueblo, disfrutando de su arquitectura tradicional y del puente medieval sobre el río Alagón.


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