Tradición
y cultura se dieron el pasado fin de semana en la localidad serrana de
Sequeros, que vivió sus fiestas grandes en honor a la Santa Cruz con un variado
programa festivo en el que no faltó detalle para vecinos y visitantes. Dos
fueron los “escenarios” de las actividades, el primero, por supuesto la iglesia
del Robledo, centro de devoción comarcal y punto de encuentro para las
liturgias y devociones; el segundo, el teatro León Felipe desde el que
partieron diversas propuestas culturales.
Las
fiestas se iniciaron el viernes 2 de mayo con las vísperas en el Robledo y la
merienda ofrecida como es tradición por los mayordomos de este año. La plaza del
Altozano trajo el ruido mundano al inicio festivo con una discomóvil nocturna.
La mañana del sábado, día de
Santa Cruz, se dedicó en exclusiva a honrar esta tradición ancestral, con la
misa y procesión de la Cruz engalanada desde el Robledo hasta las calles
sequereñas. 
Por la tarde llegó el turno a la retahíla cultural con la visita teatralizada a Sequeros, la actuación del trovador serrano Gabriel Calvo y la exhibición rociera del grupo Entre Amigos.
Por la noche fue la orquesta Clámide la encargada de amenizar la madrugada.
El domingo, y para recuperar fuerzas, los socios pudieron disfrutar de una buena parrillada en el merendero de la Ermita.
Unas fiestas que cada año congregan cada vez a mayor gente y que convierte a Sequeros en el centro de atención en este tradicional Día de la Cruz.
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