La luz del
invierno en la Sierra
huele a tiempo
pasado,
a escarcha,
a leña
desnuda al sol,
dormida,
silbando
la melodía de los vientos
que
recorren las laderas.
La luz del
invierno se asoma
a los
robles quejumbrosos
y los arrulla
con la
nana de una nueva estación.
Ya viene.
Poco a
poco.
Se acerca.
La luz del
invierno es
en estos
días
Con ella
el musgo se despereza
y la
piedra llora
sus
anhelos de luna.
Los hielos
construyen
castillos en los umbríos,
reptan por
el asfalto de la carretera
y se
encaraman a los carteles
de
"curva peligrosa".
Viejos
corrales y caserones
desafían
al dios Invierno
ateridos de frío, pero
orgullosos
de lo que un día fueron.
Contrasta
con ellos la humilde patrona
de las
entrañas del monte,
en su
ermita silenciosa
de sobrio granito
herido de
rendijas.
Santa
Bárbara,
mirái.
Mirái desde el refugio
la luz del
invierno,
mirái cómo se escuende
tras la
Peña de Francia,
que la ve
pasar,
impasible,
un día
más.
Mirái.
Los pinos
dormitan,
los robles
tosen y los caballos blancos
beben el
rocío de la hierba.
La luz del invierno
abandona
Béjar,
roba el
dorado a sus murallas
y escapa,
mientras
la nieve se torna negra
en la
Sierra.
David Panchuelo
Corresponsal ENTRESIERRASrd
Corresponsal ENTRESIERRASrd
SÍGUENOS EN FACEBOOK
😍😍😍
ResponderEliminar