ENTRESIERRASrd | La
Asociación Cultural 'Sierra de Francia' otorgó el galardón mediante jurado
popular reunido en la tarde de ayer en El Maíllo
En la tarde de ayer se reunió un jurado popular
en El Maíllo para elegir al premio Serrano del Año que cada verano otorga la
Asociación Cultural Sierra de Francia y que en esta ocasión ha recaído en la
Asociación de Viticultores y Elaboradores de Vino Sierra de Salamanca
(Denominación de Origen Protegida), elegida entre seis candidaturas presentadas
en esta edición.
El jurado estuvo compuesto por 22 personas que
representaban a los 22 municipios de la zona de acción de la asociación
serrana, quedando como finalistas Cándido González Cenzual, el 'Gracioso' de
las danzas de Miranda del Castañar, las Hermanas de la Caridad San Vicente de
Paul, de Sotoserrano, José Antonio López Díaz, 'Pope', de Mogarraz, La Alberca
en su 75 aniversario como Monumento Artístico Nacional y Viagon Autocares, SL
El
decisivo factor humano en la viticultura de la Sierra
En la última década del s. XX se da un cambio de
paradigma en la viticultura serrana: se crean cuatro modernas bodegas y se
renueva la única cooperativa activa para elaborar vinos de alta calidad. Cuando
en la añada de 2007 un grupo de viticultores serranos decidió apostar por la
recuperación de la viticultura en la sierra de Francia, pocos imaginaban que se
encumbrarían los vinos de Salamanca en muy poco tiempo. En junio de 2010,
obtuvieron el reconocimiento de la Denominación de Origen Protegida (D.O.P.),
un salvoconducto para las viñas que quedaban en 26 términos municipales, 16 en
la Sierra de Francia y 10 en su entorno.
La vid y el vino forman parte de la Sierra desde
el siglo XV. A finales del s. XIX, este cultivo se vio seriamente afectado por
la filoxera, pero el espíritu emprendedor serrano recupera los viñedos y lo
estabiliza en los años 50 al crearse cooperativas en Miranda, Santibañez,
Villanueva, Molinillo, San Esteban, Cepeda y Mogarraz, entre otras. La entrada
en el mapa vitivinícola diseñado por la Junta de Castílla y León a finales de
los 80 le dio un gran impulso. El vino, que forma parte del ADN de los
serranos, ha sido el germen de la revolución que se ha llevado a efecto en la
última década. Los estudios de suelos y del clima, los cambios en las prácticas
de cultivos y las técnicas enológicas modernas han cerrado filas en torno a la
uva autóctona estrella, la Rufete, sin desatender la Garnacha, la Tempranillo y
otras variedades propias de la zona.
El escenario no puede ser mejor: majuelos,
viñedos en bancales y viejas cepas en vaso desarrollan su ciclo vegetativo en
un enclave de gran impacto medioambiental, como es el Parque Natural
Batuecas-Sierra de Francia y un territorio declarado Reserva de la Biosfera por
la Unesco. Esto permite que prescriptores, prensa especializada, sumillers e
importadores fijen su atención en las pequeñas producciones de estas bodegas y
en los nuevos proyectos que comienzan a asentarse en esta nuestra Sierra.
Embrión de este proyecto fueron las decisivas apuestas de las cooperativas de
San Esteban y Valdeáguila, la modernidad aportada por Cámbrico de Villanueva,
la participación de Rochal de Santibañez y la bodega de Sotoserrano.
Por otro lado, el nacimiento de la Zorra de
Mogarraz y la llegada de Enólogos para elaborar vinos en la Sierra abren un
ilusionante futuro para la zona, la más pequeña de DOP de vinos de Castilla y
León. Los vinos Zamayón, Cámbrico, la Zorra, Tiriñuelo, Alagón, Corneana y
Tragaldabas, entre otros, se han abierto ya hueco en los mercados de vino de
calidad.
El factor humano ha sido decisivo. Mencionemos,
siquiera, al técnico Miquel Udina, a viticultores de la talla de Juan Carlos
Martín y Antonio Aparicio, al enólogo Alberto Martín, a emprendedores como
Fernando Maíllo y Agustín Maíllo, al presidente de la DOP, Jesús Herrero, y a
los nuevos emprendedores Ricardo López y Mandrágora.
En resumen, se han creado más de 20 puestos de
trabajo, muchos más en las vendimias. Noventa viticultores serranos producen
para estas bodegas. Nueve de sus vinos han superado los 90 puntos sobre 100 en
las guías vitivinícolas españolas más prestigiosas y en la Robert Parker
norteamericana, e incluso se cuenta con un número 1 entre los mejores vinos del
país con precios inferiores a 10 Euros. Son vinos que ya se conocen en gran
parte de España, en el norte de Europa, en Rusia, en China, en Japón, en EE.UU,
en Singapur y en otros lugares. Una actividad, en fin, que da a conocer la
Sierra de Francia en todo el mundo y que mueve a muchos turistas a visitar sus
bodegas, sus viñedos y sus restaurantes.
La asociación de Viticultores y Embotelladores
de vinos de calidad, presentada aquí como candidato, divulga su cometido,
promueve los vinos de la zona, mantiene operativa la DOP y protege la comarca
vinícola, tareas todas ellas sumamente importantes para el presente y futuro de
la comarca de la Sierra de Francia y de otros pueblos de su entorno.
SÍGUENOS EN FACEBOOK
No hay comentarios:
Publicar un comentario