ENTRESIERRASrd | Los
alumnos ofrecieron un gran espectáculo de teatro, música y baile para todo el
personal del centro
© Sabor a Mandarina El colegio 'La
Inmaculada' de Armenteros (ha celebrado un pequeño acto, que ya se conoce
tradicionalmente como 'velada', para dar fin a este tercer trimestre, y también
al curso 2014-2015.
Se trata de una reunión que tiene lugar después
de la cena en la que participan tanto los alumnos de Primaria como los de
Secundaria y a la que asisten todas las personas que mantienen la vida cotidiana
del centro. El sacerdote don Samuel ejerce como perfecto maestro de ceremonias,
no en vano es el artífice de que este acto se haya convertido en una bonita
tradición que se prolonga ya muchísimos años.
El teatro, la música y el baile comparten
protagonismo con los estudiantes, que se convierten por un rato en actores y
actrices. Pero no se trata únicamente de un acto lúdico; como apuntó el propio
don Samuel, la velada también persigue que los estudiantes aprendan a exponerse
ante la gente. Para algunos era la primera vez. Otros, ya veteranos,
demostraban sus tablas en el escenario.
La velada comenzó con una representación teatral
en la que participaron algunos alumnos de Secundaria. Además, de hacernos pasar
un buen rato a todos los presentes, la pieza reservaba para el final una
interesante moraleja: la mentira tiene un recorrido muy corto.
No fue esta la única representación de la noche
pues, después de un divertido Bingo, en
el que don Samuel obsequió a los afortunados con varias cajas de bombones, hubo
una segunda: una pieza cargada de humor. En concreto, una sucesión de chistes,
como señaló don Samuel, dentro de la consulta médica. Una doctora sarcástica y
con pocas ganas de trabajar y su secuaz enfermera atendían estoicamente a la
larga lista de pacientes -todos los estudiantes de primaria y alguna alumna de
Secundaria- que manifiesta unos problemas que rozan, en la mayoría de los
casos, el absurdo.
Tras estas interpretaciones llegó el turno del
baile. Las chicas del colegio, mayores y pequeñas, nos deleitaron con sus
movimientos pero sobre todo nos convencieron de que bailar formaba parte de su
día a día en el centro.
La sesión musical se cierra con la
interpretación de la letra 'Adiós con el corazón', acompañada de la guitarra de
don Samuel y de algunas de las chicas de Secundaria, que han sido instruidas
por el cura durante el curso académico, y del órgano de Juan Shanko.
Casi dos horas después, la velada toca a su fin.
Sin embargo, don Samuel no deja de convidar a los actores y a las actrices a un
breve picoteo: patatas, refrescos cubren las mesas del comedor. Las risas
acompañan las últimas conversaciones del día. Lo que no desaparece es la
satisfacción de cada uno de ellos, que de camino a la cama sigue destacando su
participación.
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