ENTRESIERRASrd | El Carro
de los Majos y las honras en honor al Patrón sazonan de sabor de festivo la
localidad de Entresierras
De San Juan a San Pedro, los vecinos de Endrinal
han traspasado el ecuador de su ciclo festivo veraniego camino de la última
parada que les llevará hasta la Ermita del Humilladero. Entre tanto, le ha
tocado el turno de honras, liturgias y tradiciones a San Pedro cuyas vísperas,
como es costumbre ancestral, volvió a traer sabores de antaño gracias al Carro
de los Quintos.
Una vieja tradición que en muchos pueblos ya se
ha perdido y que en Endrinal aún mantienen con el rigor de las cosas que deben
durar para siempre. Al atardecer del domingo, chupinazo mediante, los quintos
del año marchan al monte acompañados del otros jóvenes que les enseñarán a
cortar el árbol escogido, cargándolo en un tractor y regresando al pueblo al atardecer.
Atardecer que ya se hizo noche cerrada cuando los Quintos endrinalenses, en
jovial algarabía, hacía su entrada triunfal cual césares en el coliseo.
Esperados, y siguiendo el rito, por las Quintas y el resto de 'mozas' para
engalanar el tractor con flores. Luego, todos juntos, a lomos del vehículos
recorrieron a voz en grito y a cante desbocado las calles del pueblo celebrando
la entrada de estos jóvenes en la edad adulta.
El Carro Majo, así se le conoce, hace su última
parada en el jaraíz para darse un baño nocturno que, vistos los calores, nunca
viene mal como bautismo de la carne.
Con las Vísperas al Santo Patrón bien
consagradas, el pasado lunes llegó el día de San Pedro, que tiene por vocación
misa, procesión y bendiciones. Con visita pastoral desde Plasencia, y a
resguardo de la sombra de la iglesia, desde el templo se inició la procesión
con el santo a hombros, para que no haya rincón, calle o calleja que olvide el
patronazgo. La comitiva cantora acabó desembocando como río de fe en la Plaza
de la Fuente donde Andrés, el párroco, lanzó la consabida bendición 'urbi et
endrinalensis'.
En la mañana de hoy ha tocado turno de pleitesía
a los 'jóvenes mayores de 60 años', esta vez solo misa, a sol gracias,
concelebrada por Gregorio, sacerdote de Guijuelo, que será uno de los
sustitutos de Andrés González, que ha marchado hoy mismo a trabajar en misiones
en Perú.
Frenesí, Hechizo y SMS, para no olvidar la
fiesta mundana, fueron las orquestas de poner música nocturna a la tradición
diurna, en un calendario festivo que ya mira hacia el próximo fin de semana
cuando el Santo Cristo del Humilladero abandone el recogido habitáculo de su
Ermita para traer los últimos coletazo de estas fiestas que sin haber llegado a
su fin ya se van echando de menos.
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