ENTRESIERRASrd | La batalla de las Navas de Tolosa en
1212 marcó un hito en la historia de Sorihuela, refrendada casi 800 años
después con el hermanamiento con Sorihuela de Guadalimar en Jaén
El sur de la provincia de Salamanca fue poblado, o repoblado, por los reinos cristianos del norte en fases escalonadas
desde mediados del siglo XII a principios del XIII. Así toda la zona de
Entresierras y la Comarca de Béjar, frontera entre reinos, parecen hundir sus
raíces en los reinados de Fernando II y Alfonso IX de León por un lado y
Alfonso VIII de Castilla por otro.
Entre las brumas de esta primera historia medieval de la
región, existen referencias firmes a diversos pueblos de nuestra comarca a
principios del siglo XIII. Especial relevancia tuvo la batalla de las Navas de
Tolosa, golpe de timón de los reinos cristianos contra 'el moro', librada
en tierras de Jaén el 16 de Julio de
1212.
De aquella batalla hacen referencia las crónicas a gestas
protagonizadas por vecinos de la zona. Parece ser que gentes de Sorihuela,
Béjar, Candelario y Sanchotello, luchando bajo la flámula y entre las mesnadas
del Señor de Béjar, y junto al Obispo de Plasencia de Domingo, se hicieron un
nombre en el ejército castellano de Alfonso VIII.
Cabe destacar que la frontera entre los reinos de León y de
Castilla estaba delimitada por la entonces conocida como Calzada de la Guinea,
actual Vía de la Plata. El rey de León, Alfonso IX no quiso participar en la batalla aunque dio
libertad a sus nobles para que acudieran a la lid si así lo deseaban. No parece
ser el caso, al menos conocido, de que en el lado leonés de la raya de la
Calzada de la Guinea se movilizasen para tal acontecimiento, quedando
silenciada su valentía en los anales y crónicas.
No así, como decimos, las huestes de Candelario, Béjar,
Sanchotello y Sorihuela, castellanas de frontera, que salieron del quasi
anonimato gracias a la epopeya de Las Navas.
Un nexo de unión a través de los siglos
Sea cual fuese la realidad de los hechos, aquella historia
fue traspasando generaciones e instalándose en el subconsciente colectivo de la
comarca. Sea por ello, o por pura simpatía de 'tocayos', en el mes de agosto
del año 2001 el municipio de Sorihuela, en Salamanca se hermanó con su homónimo
Sorihuela de Guadalimar, en Jaén.
En aquellos primeros contactos, ya se puso de manifiesto, que
el primer asentamiento de población en Sorihuela del Guadalimar, como tal, se
inicia con la construcción en la misma de una fortaleza árabe que fue
conquistada en el año 1235 por el rey Fernando III "El Santo",
"que llevaba entre sus tropas a un capitán salmantino natural de Sorihuela
y éste es el motivo que lleve el mismo que la villa castellana".
María de las Nieves García, alcaldesa de Sorihuela manifestó
entonces este sentimiento generacional cuando, ante el auditorio jienense
manifestó que "en el año 1212 vecinos de Sorihuela acudieron a las Navas
de Tolosa y después de casi 800 años volvemos gentes a vuestras tierras"
Emotivo resultó, pues, este encuentro de hermanamiento, que
vino a traspasar fronteras y centurias, leyendas y epopeyas para buscar un nexo
de unión en algo que a veces nos trasciende. Un simple nombre.
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