miércoles, 14 de octubre de 2015

Las dos Sorihuelas

ENTRESIERRASrd | La batalla de las Navas de Tolosa en 1212 marcó un hito en la historia de Sorihuela, refrendada casi 800 años después con el hermanamiento con Sorihuela de Guadalimar en Jaén
El sur de la provincia de Salamanca fue poblado, o repoblado, por los reinos cristianos del norte en fases escalonadas desde mediados del siglo XII a principios del XIII. Así toda la zona de Entresierras y la Comarca de Béjar, frontera entre reinos, parecen hundir sus raíces en los reinados de Fernando II y Alfonso IX de León por un lado y Alfonso VIII de Castilla por otro.
Entre las brumas de esta primera historia medieval de la región, existen referencias firmes a diversos pueblos de nuestra comarca a principios del siglo XIII. Especial relevancia tuvo la batalla de las Navas de Tolosa, golpe de timón de los reinos cristianos contra 'el moro', librada en  tierras de Jaén el 16 de Julio de 1212.
De aquella batalla hacen referencia las crónicas a gestas protagonizadas por vecinos de la zona. Parece ser que gentes de Sorihuela, Béjar, Candelario y Sanchotello, luchando bajo la flámula y entre las mesnadas del Señor de Béjar, y junto al Obispo de Plasencia de Domingo, se hicieron un nombre en el ejército castellano de Alfonso VIII.
Cabe destacar que la frontera entre los reinos de León y de Castilla estaba delimitada por la entonces conocida como Calzada de la Guinea, actual Vía de la Plata. El rey de León, Alfonso IX  no quiso participar en la batalla aunque dio libertad a sus nobles para que acudieran a la lid si así lo deseaban. No parece ser el caso, al menos conocido, de que en el lado leonés de la raya de la Calzada de la Guinea se movilizasen para tal acontecimiento, quedando silenciada su valentía en los anales y crónicas.
No así, como decimos, las huestes de Candelario, Béjar, Sanchotello y Sorihuela, castellanas de frontera, que salieron del quasi anonimato gracias a la epopeya de Las Navas.
Un nexo de unión a través de los siglos
Sea cual fuese la realidad de los hechos, aquella historia fue traspasando generaciones e instalándose en el subconsciente colectivo de la comarca. Sea por ello, o por pura simpatía de 'tocayos', en el mes de agosto del año 2001 el municipio de Sorihuela, en Salamanca se hermanó con su homónimo Sorihuela de Guadalimar, en Jaén.
En aquellos primeros contactos, ya se puso de manifiesto, que el primer asentamiento de población en Sorihuela del Guadalimar, como tal, se inicia con la construcción en la misma de una fortaleza árabe que fue conquistada en el año 1235 por el rey Fernando III "El Santo", "que llevaba entre sus tropas a un capitán salmantino natural de Sorihuela y éste es el motivo que lleve el mismo que la villa castellana".
María de las Nieves García, alcaldesa de Sorihuela manifestó entonces este sentimiento generacional cuando, ante el auditorio jienense manifestó que "en el año 1212 vecinos de Sorihuela acudieron a las Navas de Tolosa y después de casi 800 años volvemos gentes a vuestras tierras"
Emotivo resultó, pues, este encuentro de hermanamiento, que vino a traspasar fronteras y centurias, leyendas y epopeyas para buscar un nexo de unión en algo que a veces nos trasciende. Un simple nombre.




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