viernes, 30 de octubre de 2015

Navarredonda de la Rinconada, a juicio

ENTRESIERRASrd | Vecinos de la localidad interpretarán en la noche de este sábado la versión del 'Juicio de las Quilamas', folklore transmitido de generación en generación
El folklore de nuestra comarca guarda auténticos tesoros etnológicos, trasladados a voz y recuerdo de generación en generación, perdiendo en ocasiones parte de su esencia por el camino pero vivos al fin y al cabo. 

Uno de esos tesoros lo guardan con encono en la Sierra de las Quilamas, una vieja coplilla que habla de los problemas de lindes entre los caleros (Navarredonda) y sus vecinos comarcales, Cilleros, La Bastida, Valero y San Miguel de Valero. El poema, tal cual se ha transmitido hasta nuestros días, tiene una relevancia histórica, al menos a nivel local, con nombres y oficios que aún hoy día persisten.
Dentro de los actos que la Asociación Juvenil Los Caleros de Navarredonda de la Rinconada han preparado para disfrutar de una noche de difuntos sin perder un ápice de tradición se encuentra la representación de este 'Juicio de las Quilamas', con un recorrido teatral por diferentes rincones del municipio.
Será a las 23:00 h. con salida desde la Plaza.
El JUICIO DE LAS QUILAMAS
El pueblo de Navarredonda
en un pleito se metió
con cuatro pueblos muy ricos
y a todos los revolcó.
A todos los revolcó
teniendo mucho dinero
Cilleros y la Bastida
San Miguel y Valero.
Las mujeres de Valero se vana morir de cuajo
porque pierden la Quilama
y la gana don Torcuatro.
Las mujeres de Valero
le dicen al defensor
si nos gana las Quilamas
le damos un millón.
Ya viene don Torcuatro
con su hijo Rafael
a poner el coto blanco
a la raya San Miguel.
A la raya San Miguel
a la raya de Valero
a la raya La Bastida
a la raya de Cilleros.
Que tal vamos de motila
dice Narciso a Botanas
hay que motilar bien
que está muy cara la lana.
Cilleros y La Bastida
mucho queso y mucha lana
y la han tenido que vender
para pagar las Quilamas.
Esa que llaman Joaquina
mujer de mucho valor
al llegar a las Quilamas
a dos caspirros revolcó.
La Bastida no quería
quedarse sin las Quilamas
porque con ello perdía
el careo de las cabras.
Don Torcuato se pasea
por la fuente de la hoya
que antes era de La Bastida
y ahora es de Navarredonda.
Dice don Torcuatro
Los Arébalos son nuestros
y El Montito ya saldrá,
Las Quilamas las ganamos
para qué queremos más
si en pleito nos metemos
acabamos con Rinconada.




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