ENTRESIERRASrd | La
localidad estrena su fiesta gastronómica con gran participación de vecinos y
visitantes llegados de diferentes puntos de la comarca
Con la nieve por montera, y el frío en manos y
pituitarias, pero con la tradición puesta en caliente supliendo el tiempo, los
vecinos de Berrocal de Salvatierra celebraron este fin de semana su matanza
tradicional, la primera convocada como evento festivo y lúdico con el objetivo,
sumándose a tantos otros pueblos de Salamanca, de poner en valor la historia
propia. Y pegarle un buen mordisco también.
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Fotografías : David Hoya
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Una jornada matancera que arrancó a las 12 de la
mañana de este sábado con todo el proceso de la matanza, para mayor gloria del
yantar y menos para el pobre gorrino, 170 kilos de cebón, que seguramente para
su desgracia fue el menos venturoso de estar invitado al evento.
Una jornada además de hermandad comarcal, con la
visita de las Águedas de Guijuelo, integrantes también del grupo folklórico El
Torreón, que pusieron el movimiento a la gaita y el tamboril, y se encargaron
de repartir el aguardiente y las perrunillas de rigor. Tras el proceso de la
matanza, con el sacrificio, chamuscado y despiece, se asaron las chichas a
fuego lento, como toca en tan alta cocina, y las patatas meneás, puestas a menú
para una concurrida comida popular.
Durante la comida, el alcalde de Berrocal,
Manuel Ramos, ofreció a la Villa de Guijuelo a través de su alcalde Julián
Ramos, también presente en los actos, ser 'Villa Matancera de Honor' ,
ofrecimiento que el primer edil de Guijuelo aceptó gustosamente.
A lo largo de la tarde la organización vendió
las papeletas para el sorteo de una paleta ibérica sorteada en la discoteca
móvil nocturna, que clausuró la fiesta.
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