ENTRESIERRASrd | Una
mirada a la historia de Cereceda desde el fondo de la barra de su posada
© Atanasio Sánchez Cándido Sánchez Sánchez, nacido en
Cereceda, y Constantina Martín
Hernández, nacida en Cereceda, contrajeron matrimonio en su pueblo el día 14 de
Octubre de 1.939. Tras el enlace matrimonial adquirieron las partes que les faltaban por herencia, de una vivienda situada en la calle Larga nº
9. Esta vivienda tenía un solar de 417 m2, de los que 100 m2 eran vivienda, 159
m2 almacén ( corrales ) y el resto huerto adjunto a la casa.
Aquella vivienda enseguida se convirtió en bar y
posada. Allí convivían a la hora de dormir grupos de personas muy diversos :
Portugueses dedicados al contrabando del café, " jurdanos "
vendedores de aceite y miel, trilleros de Cantalejo, vendedores de pucheros y
barreños, guardias civiles del cuartel de Sequeros o "en los años de los
maquis" del cuartel de El Cabaco. A ellos se unían gentes de otras muchas
profesiones.
En una zona del portal estaba la barra del bar,
en la cocina siempre había " una buena
lumbre " y alrededor una colección de pucheros de barro y un calderete colgado de las llares - "
el calentador de agua " - y en la sala grande y en la sala chica tres o
cuatro corros de jugadores de cartas, sentados al brasero.
En el huerto estaba " el pozo de Cándido
" que surtía de agua " a medio pueblo " y servía de agua para
abrevar las caballerías. La casa tenía dos entradas : Una por la calle Larga y otra por la carretera de
Ciudad Rodrigo. El corral todas las
semanas se convertía, dos o tres mañanas,
en " mercadillo " para comerciantes de Tamames, Abusejo o Nava
de Francia.
De 1.940 á 1.960 la casa estaba siempre llena de
gente y " para todos había sitio "
- decía la posadera.
Allí se criaron sus tres hijos, Atanasio, Isidro
y María Montserrat.
Fue también la posada del cura del pueblo ( D.
Jesús Sánchez Vicente vivió en ella desde el 13 de Octubre de 1.955 al 20 de
Enero de l.956 ), el Maestro ( D. Ángel Acevedo Lora desde setiembre de 1.965 a
Junio de 1.968 ) y médicos, maestros,
titiriteros, comediantes, recaudadores de impuestos, ingenieros de las minas de
Valdecaseras, y una larga retahíla de personajes pasaron alguna noche en ella.
Yo Atanasio Sánchez, desde el Blog Pataloso, he querido rendir un homenaje a esta Posada de Cereceda. Porque en
ella nací y en ella me crié. Cándido y Constantina, eran mis padres, y yo puedo
contar con orgullo que soy "hijo de los posaderos de Cereceda".
¿TE GUSTA?
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