martes, 1 de noviembre de 2016

Vara, sudor y aceite "del bueno"

ENTRESIERRASrd | Las almazaras de la comarca inician la campaña de recogida de la aceituna
¿Qué es un olivo? / Un olivo / es un viejo, viejo, viejo / y es un niño / con una rama en la frente / y colgado en la cintura / un saquito todo lleno / de aceitunas. RAFAEL ALBERTI
Las tierras de Andalucía, especialmente Jaén, concentran casi el 95% de la producción olivarera a nivel nacional, aunque, más allá de tierras sureñas, cabe recordar que el olivo y su cultura tiene una amplia presencia en todo el territorio nacional.
Es el caso de la provincia de Salamanca, donde los olivos conforman un último reducto de otros tiempos en los que el aceite de la zona, y las aceitunas, caminaban a bordo de burros y luego camiones destino a mercados sobre todo de ámbito local o comarcal. Las zonas del sur salmantino, las rayanas con Extremadura, aún guardan buenos y productivos olivares que han dado, si no para tomar fama, al menos para dar trabajo a unas cuantas familias, últimos guardianes de la tradición olivicultura en la zona.
Existen oleicultores en las Arribes, en el Abadengo (cerca de Ciudad Rodrigo), en la Sierra de Francia y en la comarca de Béjar, en estas dos últimas con estandartes que trabajan "el oro líquido" en localidades como Herguijuela de la Sierra y Lagunilla, como se puede en el vídeo con las labores de la almazara Vita Oliva.
La producción olivarera en Salamanca es totalmente tradicional, caracterizada por árboles centenarios ubicados en muchas ocasiones en bancales de difícil acceso lo que provoca que algunos agricultores, los más longevos, estén abandonando el cultivo ya que resulta imposible la mecanización.
Noviembre, nacido ya a golpe de campana y tradición, es la época de marchar al olivo y tomar sus frutos. Y bien se puede decir que parte de la comarca ya comienza a oler a vara, a sudor y a aceite "del bueno".

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