sábado, 9 de septiembre de 2017

"La Virgen de la Peña de Francia… a Deva quiso venir"

ENTRESIERRASrd | Viajamos hoy hasta Gijón donde reside una de las "réplicas" de la Virgen de la Peña de Francia
Estos días, en que muchas de las miradas de la provincia se centran en la Montaña Sagrada, en la Peña de Francia donde reposa la Patrona de Salamanca, volvemos a tomar las maletas y seguir el rastro de esta advocación viajera que a lomos de cabalgaduras, de emigrantes o dominicos, llevó sus raíces allende los mares.

Sin cruzar los mares, o llegando hasta el límite del Cantábrico, viajamos de la mano de la leyenda de la Virgen de la Peña de Francia hasta Deva, localidad asturiana cercana a Gijón, donde, a la sombra siempre alargada de la Virgen de Covadonga, vive una pequeña Virgen de la Peña.
Esta Virgen se conserva en la capilla de los condes de Revillagigedo en la iglesia de Deva y es una construcción que data de 1691 cuyo patrocinador fue el abad Luis Ramírez de Valdés. Su exterior queda prácticamente desapercibido; hay que visitar su interior para apreciar toda su belleza.
De estilo barroco, sus balcones se alzan sobre el nacimiento del río Deva. Se da la circunstancia de que esta capilla sufrió graves deterioros durante la guerra civil y la imagen de la Virgen fue arrojada al río por los anarquistas. Pero tanto el vecindario como la familia Revillagigedo lograron su total rehabilitación. Recientemente se ha restaurado el zócalo barroco típico del siglo XVII. En su cripta están enterrados, el padre, el abuelo y el bisabuelo del actual conde de Revillagedo, Álvaro Armada y Barcáiztegui.

Ayer, la capilla, bellamente engalanada, esperaba la solemnidad de la misa de una y la posterior procesión. En medio del crucero estaba la imagen de la Virgen, rodeada de flores y de niños ataviados con el traje regional. Pequeña y negra, réplica de la "madre salmantina". Al final de la misa, los vecinos y gran parte de la familia Armada entonaron juntos el Himno de su Virgen. "La Virgen de Peña de Francia / a Deva quiso venir, / y entre flores y carbayos / hacer la aldea feliz". Posteriormente, sacaron en procesión a la Virgen en un corto recorrido por los jardines de la residencia del conde de Revillagigedo. Era un mediodía radiante y en el desfile participaron todos los feligreses, la aristocracia y el pueblo, hermanados bajo el manto de su Virgen. | LA NUEVA ESPAÑA |


,

No hay comentarios:

Publicar un comentario