ENTRESIERRASrd |Un
amplio dispositivo, compuesto por vecinos de El Barco de Ávila, Guardia Civil
con perros, y voluntarios de Protección Civil, participó en su búsqueda por el
entorno del pueblo hasta que fue encontrada en buen estado
La Guardia Civil ha encontrado esta madrugada a
una niña de 2 años que, después de 7 horas desaparecida en el municipio de
Gil-García (Ávila), fue hallada acurrucada y dormida en el monte, arropada por
su mascota, un podenco que no se separó de la pequeña en ningún momento.
Según ha informado en nota de prensa el
instituto armado, la desaparición fue conocida a las 19.20 horas de ayer,
siendo encontrada pasadas las 2.00 de la mañana, después de siete horas de
búsqueda por fuerzas de seguridad y numerosos vecinos de este pueblo de 41
habitantes, situado a 91 kilómetros de la capital.
El Grupo de Rescate e Intervención en Montaña
(Greim) de la Guardia Civil y efectivos del Servicio de Protección de la
Naturaleza (Seprona) escucharon «el gruñido de la mascota de la niña que le
acompañaba», lo que permitió que los agentes siguieran el rastro.
El estado de la pequeña, salvo por unos arañazos
en su cuerpo, era «bueno», si bien los agentes la llevaron hasta los servicios
sanitarios desplazados a la zona para su reconocimiento.
Un amplio dispositivo de búsqueda, compuesto por
vecinos de los pueblos de la comarca de El Barco de Ávila, Guardia Civil con
perros, y voluntarios de Protección Civil, participó en su búsqueda hasta que
fue hallada a las 2 de la madrugada, reconocida por un enfermero en el puesto
de mando avanzado instalado en la zona, informa Ep.
Agentes de la Unidad Orgánica de Policía
Judicial de la Guardia Civil de Ávila han abierto una investigación para
aclarar lo sucedido.
«Si no es por el perro no la encontramos» son
las palabras de uno de los componentes de la agrupación de Protección Civil de
El Barco de Ávila, Ricardo Salinas, al referirse a la localización de la niña
de dos años. Siete horas estuvo la pequeña Enma vagando por el campo, de hecho
recorrió cuatro kilómetros hasta que fue hallada «si no llego a estar en la
búsqueda, no me creo que anduviera tanto ¿cómo es posible?», pero el caso es
que dieron con ella y todo gracias a que el perro comenzó a ladrar con las
primeras gotas de lluvia que caían sobre la noche cerrada. No había apenas luz,
aunque el amplio dispositivo contó con el aliado de la buena temperatura,
«igual había 17 grados o más cuando la encontramos».
La bonanza del clima ayudó a que el suceso
tuviera un final feliz, pero sobre todo el perro que en ningún momento se
separó de la niña. Es probable que también a ese joven podenco le deba la vida,
pues cuando fue localizada apenas tenía unos rasguños y su estado era bueno,
informa Ical.
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