
La empresa americana, con presencia en la Bolsa de Toronto (Canadá), concluyó a finales de septiembre la adquisición del complejo minero español como la punta de lanza de su proyecto de crecimiento en la producción de wolframio a nivel internacional. Previamente, trabajó en la mina de wolframio de Panasqueira, en Portugal, que fue adquirida en 2007 por la empresa japonesa Primaru Metals.
Ha sido la empresa australiana Heemskirk, que reanudó la producción de wolframio en la comarca de Guijuelo con la puesta en marcha de la mina el 16 de junio de 2008, la que ha anunciado la venta del complejo, cuyas negociaciones habían comenzado el pasado mes de abril. Dadas las perspectivas de crecimiento de la empresa compradora, la mina podría mantener la situación actual, en la que se trabajaba a pleno rendimiento, tal y como se previó desde su inauguración.
La mina produjo en 2010 un total de 225.000 toneladas de mineral, que se destina fundamentalmente a la fabricación de filamentos para lámparas eléctricas dada su resistencia al calor y su alta densidad, así como para enriquecer el acero.
Noticia en La Gaceta de Salamanca
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