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| Fotografías : Teresa Hernández |
Como es tradición en el pueblo
de Linares de Riofrío, los Quintos de este año fueron los encargados de dar
color a las fiestas navideñas.
Desde el puente de la
Constitución hasta el Día de Reyes los jóvenes que otros tiempos “debieran ir a
la mili” celebraron su mayoría de edad con diversos actos. Es habitual en
Linares que los quintos se encarguen de diversas actividades navideñas, como
colocar el Árbol de Navidad en la Plaza, repartir las uvas antes de las
campanadas de Nochevieja…
También inauguran el año litúrgico
con la misa de Año Nuevo, donde suelen ser la “atracción”, y nunca mejor dicho,
de la fiesta. Después de la misa cada quinto realiza un convite en su propia
casa.
Como curiosidad también se
puede destacar que los jóvenes se convirtieron en quintos “viajeros” llevando
su alegría por varios pueblos de la comarca, en la llamada “Ruta del Tamboril”,
llegando en caravana festiva hasta lugares como San Miguel de Valero, San
Esteban de la Sierra, Mogarraz, La Alberca y Santibáñez de la Sierra. Hubo también
una segunda ronda “viajera” ya que otros jóvenes, en recuerdo de sus días de
quintos, alquilaron un autobús para recorrer de la misma forma los pueblos de
la zona.
Este año, además, ha sido una
celebración muy especial, pues tan solo había dos quintos y el resto quintas
(que se han incorporado en los últimos años a esta fiesta históricamente
masculina). Este año las chicas han participado en todas las actividades. Podríamos
decir que María, Miguel Ángel, Alejandro, María, Cristina, Marina, Libertad,
Sara y Laura han hecho historia en Linares de Riofrío, demostrando que las más
viejas tradiciones no están reñidas con la adaptación a los nuevos tiempos que
corren, donde tanto se está luchando por la igualdad de género.
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