martes, 9 de septiembre de 2014

Los vecinos de Miranda del Castañar desempolvan los tesoros de su tradición

Fotografías : JAVIER SÁNCHEZ
Miranda del Castañar vivió ayer el día grande de sus fiestas patronales con la patrona de la localidad, la Virgen de la Cuesta, como centro y corazón de la jornada. Al son de la gaita y el tamboril amaneció la jornada, una noche que venía de largo y que muchos la pasaron sin dormir gracias a la orquesta Kronos que llevó la diversión hasta altas horas de la madrugada.
Por la mañana cientos de mirandeños se arremolinaron junto a la iglesia parroquial para ver pasar a la patrona en la procesión del Día de la Virgen. El templo quedó pequeño para acoger a la multitud en la misa y sobre todo para disfrutar y emocionarse del posterior ofertorio, uno de los momentos álgidos de estos cinco días de fiesta. Mozos y mozas, ataviados con los trajes típicos de la sierra, emocionaron un año más a los presentes, trenzando el ramo u ofreciendo el baile de los paleos; uno a uno, en riguroso orden de liturgia, los devotos fueron realizando sus ofrendas, que posteriormente fueron subastadas.
Las tradiciones litúrgicas de la Sierra de Francia conforman uno de los tesoros etnológicos de la Comarca y en Miranda del Castañar tienen guardado esta joya en un cofre bien cerrado con un candado de folklorismo y amor por lo propio.
Por la tarde, la compañía Kamaru Teatro y el grupo Esencia Serrana continuaron poniendo el color y la diversión a los festejos, cerrados con una espectacular verbena a cargo de la orquesta Pikante.
Las fiestas mirandeñas continuarán hoy y mañana con otro de los platos fuertes, el Día del Toro, en el incomparable marco del coso taurino, la añeja plaza custodiada por el castillo de los condes de Miranda.


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