ENTRESIERRASrd | Niños y
adultos disfrutan de esta fiesta tan particular coronada con la sardinada
popular en la tarde de ayer
Hongos, robots, templarios, princesas, ratitas
presumidas, pingüinos, Spiderman, Drácula… todo tipo de criaturas mágicas se
dieron cita para asombro de propios y extraños el pasado lunes por las calles
de Peñacaballera.
Una fiesta de Carnaval de la que disfrutaron grandes y
pequeños y que fueron la atracción en un pasacalles donde la diversión y las
risas fueron el motor de la jornada. Carnaval que, como ya es habitual en este
municipio de la Comarca de Béjar finalizó en la tarde de ayer con una sardinada
en el Parque de las Escuelas que arrancó a las siete de la tarde al amor de la
lumbre y en la que el Entierro de la Sardina fue llevado a cabo con todo rigor,
eso sí, con una fosa común para todos: el propio buche.
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