miércoles, 16 de septiembre de 2015

Una fiesta única para el Cristo de Pinedas

ENTRESIERRASrd | Vecinos del municipio celebran el día de la Exaltación de la Cruz sacando en solemne procesión al patrón
Los vecinos de Pinedas celebración este lunes la fiesta de la Exaltación de la Cruz, una de las citas del calendario litúrgico y festivo de este municipio de la comarca de Béjar y que congregó a buena parte del pueblo (o de los que aún quedan en él tras las vacaciones) para celebrar una fiesta íntima y casi personal con su Cristo.
Fotografías : Marcos Trujillo
El Santo Cristo de la Misericordia volvió a ser portado en andas y en solemne procesión recorrió las calles del municipio. Una cita especial, además, pues el Santo Cristo procesiona tras su restauración llevada a cabo antes del verano y sufragada por los propios feligreses.
Una fiesta de septiembre, que cierra el ciclo festivo veraniego con la festividad de la Virgen de las Nieves a principios de agosto y que ahonda en las raíces del pueblo y que, más allá de la creencia, se convierte en motivo de orgullo para todos los 'pinorros'.
Un Cristo único y de calidad
Según nos explica Sandra del Barrio, restauradora de Sotoserrano y gran conocedora del patrimonio religioso comarcal, "el Cristo Crucificado de Pinedas es una talla renacentista en bulto redondo que representa la iconografía de Cristo ya muerto tras la lanza de Longinos, con corona de espinas y paño de pureza de pliegues rígidos en contraste con la languidez del cuerpo.
Presenta un estudio anatómico detallado correspondiente al desarrollo humanístico del siglo XVI en España de raíz italiana. La composición y calidad artística son claro reflejo de la influencia de la escuela castellana en la Sierra de Francia y regiones limítrofes como el Cristo Crucificado del Humilladero de San Esteban de la Sierra o de Miranda del Castañar, atribuidos al círculo de Juan de Balmaseda ( atribuido por A. Cea Bermúdez)"
Este Cristo residía antaño en la Ermita del Humilladero, edificio del siglo XVI, situado a la entrada del pueblo y del que ya solo quedan algunas columnas esparcidas por el suelo.



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