ENTRESIERRASrd | Los mozos
y mozas de la localidad celebran la tradición de 'Correr las Cintas' en honor a
San Miguel Arcángel
En tiempos como los que corren, de convulsión
social y reivindicación animalista, es bueno acercarse a una de esas
tradiciones que el tiempo y la buena cordura han ido 'suavizando' hasta
convertirlo en un acto cultural "sin maltrato".
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Fotografías : Avelina Martín Moreta
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Una de las tradiciones más arraigadas en toda la
provincia, casi en cada pueblo, era la de la 'correr los gallos', un festejo
generalmente vinculado a los Quintos, o mozos que al año siguiente iban a
"desfilar para defender la Patria". Los gallos eran colgados en cuerdas
paralelas de las patas para que los Quintos montados a caballo y al galope los
tomarán a la carrera y les dieran muerte arrancándoles la cabeza.
La tradición, por lo evidente, fue erradicada de
nuestros pueblos paulatinamente hacia los años 70 y 80 del pasado siglo,
sustituyendo, eso sí, los pobres animales por indoloras cintas de colores.
La crueldad dio paso al carácter lúdico y
tradicional de esta fiesta sin que ningún animal se viera en situación
luctuosa, convirtiéndose además en un acto con un cierto aire de romanticismo
ya que en muchas localidades la cinta conseguida por el Quinto de turno eran
regaladas a las novias "para que mantuvieran el recuerdo mientras el mozo
marchaba a la Mili".
La tradición de 'correr las cintas' aún se
mantiene viva en muchos de nuestros pueblos, como es el caso de Galinduste, que
el pasado fin de semana volvió a ensillar monturas y elegir quintos para honrar
de este modo 'pacífico' al patrón San Miguel.
Y además, ahondando si cabe aún más en los
nuevos tiempos, ahora son también ellas, las mozas las que corren las cintas
sin necesidad de novio que se las consiga como trofeo. Bien por ellas, se ha
dicho.
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