ENTRESIERRASrd | Vecinos
y parroquia han llevado una campaña de recaudación para instalar un mecanismo
automático en el campanario de la iglesia
¿Quién puede desoír esa campana cuya
música lo traslada fuera de este mundo?
Como el título de la famosa novela de Hemingway
o el poema de John Donne, las campanas de Endrinal ya no tienen quien las taña.
En las últimas semanas la localidad de Entresierras ha disfrutado de sus
fiestas patronales; alegría, devoción y tradición se unen como cada año en los
festejos que el municipio dedica a su "Trinidad Festiva", a saber,
San Juan, San Pedro y el Cristo del Humilladero, en un programa de actos que,
este año, ha tenido tres grandes novedades más allá del mundanal ruido.
La primera de ellas, la ausencia del sempiterno
Ángel, sacristán de la parroquia y encargado de accionar el 'telediario' del
campanario, a boda, a comunión, a fiesta o a difunto. Problemas de salud han
impedido que el "monaguillo", ayuda inestimable del párroco, pueda
estar disponible para la acción del metal y, bien se sabe, que sin campanas el
pueblo es menos.
Por ello, y aprovechando las multitudes
festivas, vecinos de Endrinal han iniciado una campaña de recaudación de fondos
para incluir en el campanario un mecanismo automático que llame a horas y
deshoras sin necesidad de mano humana. Entre donaciones de vecinos y
visitantes, que han recaudado 640 euros, y otros 600 de una rifa a tal fin, se
sufragarán parte de los 3.000 euros que cuesta el "sacristán
automático", con aportación de la parroquia con sus fondos. No será lo
mismo, claro, pero será al fin y al cabo.
Cada hombre es una pieza del
continente, una parte del todo (…) por eso, nunca preguntes por quién doblan
las campanas; doblan por ti.
¿TE GUSTA?
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