ENTRESIERRASrd | Una
mirada poética a la Naturaleza indómita de la comarca desde la pluma de Alberto
Paredes
© Alberto Paredes ”Andando por esas
veredas, todo es paz y silencio… sobre el manto blanco, huellas de animales,
aminoras el paso, te agachas para descubrir su rastro con sigilo, agudizas los
sentidos… solo oyes el crujir de tus pisadas quebrando la nieve y el latir de
tu corazón rompiendo ese silencio.
Sabes que está ahí, él, también lo sabe, te ha
visto muchas veces… al final lo descubres, ambos mutuamente os descubrís, os miráis, en
vuestras miradas hay un brillo, un algo especial, limpias y sinceras, como el
aire fresco de la mañana… tal vez sean de nostalgia…
Sí, la de dos viejos colegas, que cada mañana,
cada atardecer, se saludan sin mediar palabra, los dos sabéis cuales son
vuestros sitios favoritos, donde encontraros, como chiquillos pugnando por
querer ocupar el mismo sitio.
Quietos, inmóviles, con la cabeza erguida
asomando entre las retamas en posición de alerta, como si en ese juego de “el
rey de la montaña” buscarais vuestro encuentro en el edén.
Ausente a todo lo demás, te dices:
Ahí estás, esperando como siempre, por un
momento tu respiración se contrae, tu pulso se acelera, y él, envuelto entre el
vaho de su cuerpo, de su aliento, te observa durante un rato, los dos bien os
conocéis, luego, sacudiendo sus orejas, dándose media vuelta y, con un ligero
meneo de la cola... te dice:
Hasta otra compañera, una vez más emprende su
camino sin brusquedad, con movimiento lento, apesadumbrado, ¿hacia dónde?, no
lo sé… tal vez él tampoco lo sepa, simplemente desaparece entre la maleza
rodeado de todo un halo de misterio… así de indulgente es ella, la madre
naturaleza.”
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“in memoriam”
a la vieja cabra.
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