miércoles, 5 de marzo de 2014

La Candelaria de Pérez Comendador viajará por Extremadura y Salamanca

Sobre 1929, arribó a Candelario el escultor extremeño Enrique Pérez Comendador, marido de la pintora y fotógrafa Madelaine Leroux. Ella toma una serie de fotografías de los tradicionales y únicos trajes, peinados, joyas… de la cultura candelariense. En aquella memorable sesión fotográfica posa como modelo Dª. Petra Muñoz (La Petrilla), abuela de Ceci y Marisa, del grupo folklórico Velahí.

Pérez Comendador, siguiendo el modelo de las fotografías, esculpe un busto de Candelaria, que puede contemplarse en el museo Pérez Comendador - Leroux, en Hervás, y que se ha convertido en uno de los arquetipos etnográficos más reconocibles de la zona.

Dada la importancia de la escultura, desde el Museo de Hervás, y más concretamente su director César Velasco, surge la idea de poner en valor o aportar la relevancia que merece a esta pieza histórica. De ahí surge el Proyecto Candelaria Itinerante; desde el museo hervasense se le nombra “Pieza del Mes” y se decide que “itinere”, que sea llevada a varios museos.

El proyecto se inicia en Hervás, lugar de conservación de la Candelaria de Pérez Comendador, donde se le pone el acento en la pieza como “obra de arte”. El proyecto Candelaria Itinerante se presentó en Hervás el pasado 26 de febrero con asistencia de vecinos ataviados con los trajes típicos.

Posteriormente la Candelaria viajará hasta Plasencia (6 de marzo), concretamente al Museo Etnográfico Textil Pérez Enciso. Al ser un museo textil se destacará en ella su vertiente “como traje tradicional”; además con el busto viajará un traje de candelaria.
El 1 de abril la pieza aterrizará en el Museo Provincial de Cáceres, donde se destacará su parte “arqueológica”; es una escultural en piedra caliza policromada, exhibiéndose en la sala dedicada a la arqueología.
Finalmente, la pieza recalará en el Museo Mateo Hernández de Béjar, concretamente el 3 de mayo. En el museo bejarano se plasmará la relevancia del propio escultor bejarano, Mateo Hernández, que no en vano fue uno de los grandes referentes para Pérez Comendador (y tantos otros escultores de la época)

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