ENTRESIERRASrd | Vecinos y
allegados del municipio tienen una cita 'extra' este sábado gracias al
aplazamiento por lluvia de la novillada del martes
Nubes y claros, luces y claros han pintado el
óleo festivo de estos días en San Esteban de la Sierra. Vecinos y amigos del
municipio han disfrutado de una semana de actividades y festejos en honor al
Santo Cristo, patrón de la localidad que trae sus bendiciones a mediados de
septiembre, cerrando el ciclo veraniego por estos pagos.
Bendiciones además en forma de lluvia, mal
tiempo que, aunque ha marcado la celebración de diversos actos, no ha sido
impedimento para que los estebanenses se echen a los brazos de la diversión y
la tradición.
Las fiestas del Cristo arrancaron el pasado
jueves con una proyección sobre 'Mi Verano en San Esteban', el proyecto de dinamización
juvenil que en los últimos tres veranos han puesto en marcha desde el
Ayuntamiento.
El viernes el programa festivo fue calentando motores, y fogones,
gracias a la celebración del primer concurso del Limón Serrano. Las Peñas
aprovecharon estos momentos previos a la fiesta grande para comenzar con todos
los preparativos, ya que son ellas, en buena parte, el corazón de esta fiesta.
En la tarde del sábado, el espacio de la 'Red de
Pueblos con Arte', se convirtió por tercer año en el hermoso escenario para
albergar la tercera edición del 'Certamen de Tamborileros', una cita que cada
año va a más. Tendido lleno, y emoción a raudales rebosó el recinto con las
actuaciones de folklore charro de tamborileros tan apreciados Javier González Marcos, Verónica, sartenera de El Payo, Ramón Rodríguez de La Alberca, Juan Pablo
González, Iván García Pacheco, Berna de Cabrerizos, José Benito de Peñaparda,
el joven Sergio de Ciudad Rodrigo y por supuesto, cómo no, el artista local,
José Luis 'El Salao', (que junto a Javier González organiza este evento cada años) que pusieron al público en pie en un momento de sagrada
conexión con las tradiciones de la tierra.
El domingo, víspera de la fiesta grande, las
calles de San Esteban rebosaron de actividad y alegría desde primera hora de la
mañana. Las Vísperas del Cristo son momentos de sentimiento y de hermandad, de
forja y de conciencia colectiva entre jóvenes y mayores. El repique de campanas
va calando con su constante golpeteo. También es día de identidad propia, con
la corta del castillo, ese tronco que es cortado para ser quemado en la Plaza
de la Iglesia, en honor a los dioses, a los de antes y a los de ahora, o simplemente
como metáfora de la fiesta, como fuego devocional de la Reina que toma su
'Castillo' y que es proclamada esta misma noche, todo en alambique de
tradición. Marta Martín, Reina, y Alicia Gutiérrez, dama de honor, cerraron
palabra junto al pregonero de este año Agustín Montero.
Día grande para el Santo Cristo el lunes, día de
respeto y devoción que hasta el cielo, por causa de sí mismo, quiso tener
misericordia para complacerse con la ofrenda. Solemne misa, procesión y
multitudinario ofertorio donde no faltaron los bailes tradicionales, con el
Salao al mando de la música y los jóvenes del pueblo siguiendo el ritmo. Danzas
de ofrenda que también, como mandan los sones charros, conectan con otros
tiempos, mientras se hace y deshace el ramo o se pican con fuerza los paleos.
La fiesta grande continuó con el convite a cargo del Ayuntamiento y los más
pequeños como protagonistas de la tarde. La orquesta Taxxara, espectacular como
siempre en su show, puso el color a la noche de verbena.
Martes de toros, martes de lluvia, martes de
dudas y teatro taurino. A pesar de la lluvia, muchos fueron los que, con la fe
que mueve montañas (o nubes en este caso) marcharon a la finca del Puerto de
San Lorenzo a por los erales. Astados que ya en San Esteban y encajonados, finalmente
quedaron al expensas del toril, porque la pertinaz lluvia decidió que no era
tiempo de clarines y timbales. Salvador Ruano, novillero preparado para la
lidia, volverá a sábado a intentar hacer faena.
Y es que no hay mal que por bien no venga. El punto
y final de fiesta pasado por agua se convierte así en un punto y seguido que
tendrá su continuidad este sábado 19 de septiembre, con la celebración, si la
Autoridad celestial no lo impide, de la novillada que quedó en el aire de una
fiesta con nubes y claros y luces y sombras. Pero única. Como todo lo que sale
de San Esteban de la Sierra.
Fotografías :
Antonio Agustín Labrador
Celia Nieto
Javier González Marcos
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