ENTRESIERRASrd | Un viaje
a las legendarias Hurdes, cuna de mitos, diablos, pícaros, inventores y… gente
buena
Y en Las Hurdes descubrimos al creador de una
que dio mucho juego: el Ciripolen. El Tío Cirilo se hizo famoso como animador
de platós de televisión, fiestas discotequeras y saraos varios. Su producto
afrodisíaco llegó a patrocinar una temporada al Rayo Vallecano, fue envasado por
una multinacional y se distribuyó en las cárceles de medio país "para
levantar el ánimo a los presos".
Pero también vio la parte oscura de la vida: fue
engañado por un socio que acabó en la cárcel y, aparte de la fama, apenas ganó
lo justo para reformar su bar. Hoy, a sus 81 años, sigue vendiendo el Ciripolen
y otros productos por los mercadillos de Extremadura.
Siguiendo el hilo de un rumor llegamos a esta
aldea de las Hurdes. Y allí, en el único bar de Las Mestas -17 habitantes
empadronados en invierno- encontramos detrás de la barra a un hombre de unos 50
años, alto, moreno, de mirada pícara, pensamiento rápido y verbo fácil. Se nos
presentó como Cirilo Marcos Domínguez, ex taxista, ex carnicero, ex emigrante e
hijo del Tío Picho, primer apicultor de la zona y afamado poeta local.
Algo debió de heredar el bueno de Cirilo cuando
en uno de esos carteles fáciles que abundaban en las paredes de muchos bares se
leía: "Si quieres hacer el amor tres veces todos los días, Ciripolen por
la mañana, por la noche y al mediodía". Ciripolen. La palabra mágica que
andábamos buscando. © Juan Carlos
de la Cal-EL MUNDO. leer artículo completo
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